viernes, 23 de noviembre de 2012

"Héroes anónimos" : Reflexiones de Jorge (II)

"Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te pase a tí, que eres la única persona en el mundo a quien jamás ocurrrirán esas cosas, y, entonces...."

                        (Paul Auster, Diario de Invierno)

Como ya comenté ayer, hoy quería incluir las "Reflexiones de Jorge del mes de Noviembre". Parece que Jorge hubiera adivinado que yo tenía prevista una entrada con el mismo título que el da a estas reflexiones : "Héroes anónimos". Es normal que coincidamos dado que las personas que superan una lesión medular y sus familiares son ni más ni menos que "pequeños héroes" sin saberlo. Es frecuente oir decir a los pacientes que la adaptación es lo que sigue a la lesión, no vale con quejarse o no admitirla. Una vez superado el shock y asumida la lesión, según paciente, apoyos, edad, nivel lesional, entre otros, viene la aceptación como la mejor opción posible.

La frase de Paul Auster que encabeza la entrada, es la frase con la que Jorge ha precedido a su escrito, escrito que dejo aquí para la reflexión y el debate :

"Y entonces cuando por los azares de la vida un ser humano se transforma, temporal o permanentemente, en un discapacitado, sin saberlo se convierte, mediante su sacrificio, en un referente para la sociedad, necesitada de ejemplos de superación ante las adversidades. Un discapacitado es una persona que, obligada por las circunstancias, tiene que ser audaz para afrontar con dignidad una nueva experiencia vital que consiste en adaptarse a las nuevas limitaciones que ha adquirido sin pretenderlo y audaz, a su vez, para no rendirse sabiendo que el esfuerzo para realizar las tareas cotidianas se multiplica por diez.
Que ante la nueva situació, aprende a pensar con objetividad, para relativizar los problemas y los acontecimientos y para dar prioridad a los auténticos valores. De esta forma, puede encontrar un sentido más profundo a su existencia que le permite conocer cuál es su camino y misión en la vida.
Un discapacitado es una persona necesariamente agradecida y generosa. Agradecida al pensar que nunca podrá devolver todo el afecto y apoyo recibido de familiares y amigos, sin saber que una sencilla mirada puede ser suficiente recompensa y generosa al obsequiarte con la mejor de sus sonrisas tan sólo al sentarte a su lado y sin necesidad de palabras para la conversación.
Es una persona que, a pesar de su apariencia, se convierte ante la sociedad en paradigma de la actitud ante la adversidad y el sufrimiento y en pilar de la infinita estructura ética colectiva. Es, en definitiva, un "héroe anónimo"y silencioso. Como decía mi amiga Carmen, es un brote dentro de un inmenso bosque donde solo se escucha el estruendo del gran árbol caído.
En mi caso, he tenido la enorme suerte de tener a mi lado en todo momento a familiares, amigos y, especialmente, a mi extraordinaria mujer, Genoveva, que me han dado el ánimo y las fuerzas necesarias para superar con éxito la adversidad que un día encontré en mi camino".
                                                                                                                      Jorge R.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que razón tiene Jorge, ellos son héroes silenciosos porque luchan en su interior. No sólo con la mente sino con las cuestiones físicas. A veces se nos olvida, porque los vemos bien, sin pensar que horas antes lucharon con los esfinteres o con alguna frustración o pensamiento. Gracias Jorge por compartir tus reflexiones. Adry.

Afrontando la lesión medular dijo...

A veces creemos que no ponen todo de su parte pero ¡son tantas las cosas que afrontar!.

En verdad son héroes silenciosos y también los familiares que están detrás de ellos.