viernes, 22 de febrero de 2013

Ni agradecido ni pagado

He pensado en esta Entrada  a raiz de ver cómo sufren tantos familiares el esfuerzo que realizan volcándose con sus pacientes sin sentir que su apoyo les beneficia. Suele ocurrir más cuando el l.m. es hijo.Aunque los padres se entregan incondicionalmente, necesitan un estímulo para seguir adelante. Los hijos, en el fondo, lo agradecen pero suelen ser poco expresivos-agradecidos. Es habitual oirles decir que los echan o apartan de su lado en ocasiones y les ponen mala cara mientras sacan la sonrisa a los amigos. Parece que es normal que se disimule menos el sufrimiento y el dolor en presencia de la familia que de los profesionales o amigos.

Me viene otra vez a la cabeza la exprresión "heroes anónimos". Para mí son esos abnegados familiares que dan todo por nada. Parece que cuando se trata de padres a hijos es fácil de entender pero hay también amores incondicionales de parejas, de hermanos.

Son muchos los familiares que simultanean el apoyo al lesionado con su trabajo o con el cuidado de la casa, de los hijos, de los abuelos. Algunos se hacen kilómetros ilimitados a lo largo del proceso rehabilitador para poder estar con los pacientes los fines de semana. Me parece una labor imposible de pagar, una entrega silenciosa. Nadie les pregunta cómo están ellos. Siempre se pregunta por el paciente. Nadie les hace un homenaje, solo se levantan pancartas a favor del lesionado o se hacen corridas, festivales o carreras solidarias con el paciente como telón de fondo sin pensar que hay otros, juntoa él, que sufrieron de algún modo la lesión medular. En muchos casos, nadie los reemplaza para que se tomen un respiro.

Muchos requieren nuestar ayuda o la de los psicofármacos para poder levantarse cada mañana. Ya comenté en otra entrada cómo agota psicológicamente la tensión y la incertidumbre durante la rehabilitación. Ellos apenas piden nada. Siempre dicen . "Si el paciente está bien, yo estoy bien".

Algunos de estos familiares estarán para siempre al "cargo" del lesionado tras el alta hospitalaria.

Hoy quiero, desde este blog, rendirles su merecido homenaje.

6 comentarios:

Betty dijo...

Hay veces, que sufrimos más por el dolor que sufre un ser querido que por el propio. Supongo que será por el desconocimiento de la intensidad de ese sufrimiento y de la capacidad de soportarlo que tiene el que lo padece.

Los familiares mas cercanos sufren los “daños colaterales” y es cierto que no se reconoce lo suficiente. Parece que es casi obligado el sacrificio y la generosidad cuando se trata de los padres, y nos parece mas ejemplar si son los hijos o la pareja los que demuestran ese cariño incondicional. A mi personalmente me parece que la labor mas importante que realizan todas estas personas además del cuidado, es la de demostrar al lesionado u otro enfermo la dignidad que conservan pese a sus lesiones, aunque a veces no la vean. Porque cuando alguien te importa, haces todo lo posible por su felicidad. Y no es ni lastima, ni caridad, ni obligación. Es amor en estado puro y generosidad, pues como bien dices a menudo ni agradecido ni pagado. Estoy convencida que esto merece la pena porque cuando haces algo así es porque la persona a la que cuidas sigue teniendo mucho que aportar y ofrecer. Me uno a ese tan merecido homenaje.

Afrontando la lesión medular dijo...

Tuve un paciente que lo entendía del modo que tú comentas. Decía que la entrega y dedicación era lo que correspondía por ser su esposa, no podía esperar menos de ella. Otros, sin embargo, descubren, verdaderamente, a sus seres queridos y el amor incondicional gracias al acontecimiento traumático sobrevenido.

Sin ir más lejos, lo expresaba hace unos días un familiar : Su marido, "distraído" y ajeno a las necesidades afectivas de ella, ahora expresaba que, gracias a la lesión, iban a disfrutar más.

En la Sesión Familiar de ayer comentaba yo a los familiares que tendemos a sufrir por adelantado y a pensar que el sufrimiento del otro tiene que ser muy duro. Una madre lo expresaba pensando qué estaría pensando, sufriendo, sintiendo, su hijo (no poder rascarse, hacerse sus necesidades encima). Visto desde fuera, incluso, llega a resultar más duro aún. Los pacientes nos enseñan que las capacidades de adaptación son ilimitadas. Esperemos que no tengamos que comprobarlas por nosotros mismos.

horacio novello dijo...

Estoy absoluta y totalmente de acuerdo con el objeto del post y los comentarios.

Pero también hay que tener en cuenta que existe también el perfil del "familiar lesionado".
Una persona que no se lesiona pero que de alguna manera cree que necesita sufrir o padecer de cierta forma para poder compensar, compadecerse, ayudar o igualarse a la situación del lesionado.
Puede parecer rebuscado pero quizá esta persona obra de esta forma solo para sentirse útil en una relación afectiva que quizá sea demasiado funcional.
El familiar lo ve como la única forma de ayudar y al lesionado quizá le profundiza la dependencia.

Afrontando la lesión medular dijo...

Creo que ya hablé en otra ocasión de algunas formas de sufrimiento del familiar o autocastigo como es el caso de una madre que no mantenía relaciones sexuales con su esposo porque su hijo no podía ya disfrutar del sexo como antes u otra madre que no se permitía andar porque su hija había fallecido en su accidente. No es tan rebuscado como piensas, Horacio, es más frecuente de lo que parece.

Muchos familiares no se permiten un respiro, se sienten mal con cada cosa que hacen que pueda dar satisfacción o placer. Son familiares "lesionados", como bien dices y hay que estar atentos a estas posturas o actitudes que en nada favorecen al lesionado ni al familiar.

Anónimo dijo...

No tengo la certeza pero los familiares de mi amigo no reciben ninguna ayuda sobre como manejar la situación, pero pese a eso se entregan.
Mi amigo no es de carácter fácil y a veces suele se difícil atenderle.
Precisamente este fin de semana me comentaba su mamá que estaba preocupada porque ya son dos años de la lesión y no sabe que pasará, pues no ve que pase algo.
No supe con certeza que decir, pero le dije que el tiempo ayuda, y que ella también tenia que aceptar la situación y que en su momento los cambios llegarán. Le preocupa que a veces no come, pareciera que nada le agrada. Le anime y le dije que esta haciendo un buen trabajo pero que no es sencillo y hay que seguir un poco mas. Me preocupe pero espero que lo o lleven bien.
En estos casos no se como apoyar a sus familires, nunca los consideramos, sin duda me has dado una buena idea, a veces solo con un gracias se compensa todo.
Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

Si que se quejan los familiares de que no hay un programa para familias como el del Hospital Naciona de Paraplñejicos, en otros hospitales.

La tarea del familiar no finaliza al alta hospitalaria sino que empieza una etapa, si cabe, más difícil aún porque las cosas fueran son más difíciles que en esta burbuja hospitalaria. Además, en el Hospital ya henmos comentado que se hacen grandes amistades (ver Entrada "Lazos para toda la vida") y que el Hospital es como una gran familia.