jueves, 13 de febrero de 2014

¡Cuánta gente había apoyándome! : Un puente en la rehabilitación

El trabajo grupal con pacientes y familiares no solo aporta y enriquece a sus miembros sino también a los profesionales que los dirigimos.

Es muy gratificante ver el resultado del trabajo en los pacientes. Esta semana se incorporaba un nuevo paciente a la Terapia Grupal el cual está teniendo que afrontar no sólo la lesión y secuelas derivadas de la misma sino la pérdida reciente de su esposa. Los pacientes son reacios, inicialmente, al tratamiento y/o seguimiento psicológicos y no lo era menos este paciente del que hablo. Nos ha sorprendido muy positívamente ver cómo al salir de la Sesión le ha dicho a su hija : "¡Cuánta gente había ahí dentro apoyándome!". Así, la tristeza y el sentimiento de soledad que le acompaña habitualmente, debido a que tiene que pasar solo toda la semana, se ha transformado en un puente en su rehabilitación.

Vemos cómo el Grupo ejerce una labor de contención y permite compartir sentimientos y temores cumpliendo una labor terapéutica incluso en pacientes silenciosos ya que otros miembros del Grupo más avanzados en la terapia o con mejores habilidades de comunicación, lo expresan por ellos.

No son pocas las personas que rechazan este Apoyo que se les proporciona en la rehabilitación y no es infrecuente que algunos acceden cuando "no tienen nada mejor que hacer"con expresiones del tipo : "Me da igual" o "Voy porque no tengo nada mejor que hacer". Se debatía la semana pasada acerca de la obligatoriedad de recibir apoyo psicológico en la misma medida que se asiste a las actividades de rehabilitación física (gimnasio, terapia ocupacional, piscina, electroestimulación, lokomat, entre otros).

Hablamos de rehabilitación integral aunque el paciente y muchos familiares piensan que las secuelas derivadas de la lesión son físicas y es ahí donde deben de poner todo su empeño. Es cuando se acerca el alta o tras ella, cuando tienen que enfrentar los cambios y la "vida nueva" en su lugar de origen, cuando se lamentan de no haberse preparado psicológicamente para afrontar el cambio y las pérdidas.

10 comentarios:

La Chica del Jardín dijo...

La experiencia me dice: "No temas pedir ayuda"

Yo necesité ayuda y me la ofrecieron, la cogí, con incredulidad al principio, pero os aseguro que mereció la pena. Quizás los psicólogos y psiquiatras que había conocido hasta ese momento, no me habían demostrado confianza. Ahora no pienso igual, creo que en los momentos duros... cualquier ayuda es necesaria y mucho mejor si te la proporcionan en el mismo centro hospitalario en el que está tu familiar, es ahí donde mejor conocen el problema y te ayudan con herramientas múltiples.

Animo a pacientes y familiares a PEDIR AYUDA cuando sea necesario, y me atrevería a decir, que sin pensar que sea necesario, también es muy bueno.

La familia tiene apoyos varios, pero no muchos acceden a ellos, ¿miedo? ¿respeto? ¿incertidumbre? No se, pero sí ayuda, individual y grupal

No hay que temer enfrentarse a los profesionales de salud mental, ellos pueden ayudarnos y lo hacen, cada uno en la medida necesaria. Es bueno aprender a soltarse delante de otras personas, más si estas están adiestradas en la materia problemática.

Seamos capaces de saber pedir la ayuda y por supuesto de ayudar, seremos mucho más felices. Ayudando recibimos más de lo que realmente hacemos y es muy gratificante.

Besos virtuales

Felipe dijo...

Creo que , como se ven obligados a hacer los lesionados, por imperativo de los tratamientos a los que se ven sometidos, también los familiares tenemos que despojarnos , en cierto modo, del pudor que nos impulsa a no manifestar los sentimientos.
Hay que llegar al convencimiento que no somos más que seres humanos corrientes y que nadie se va a escandalizar por vernos titubear en los momentos más duros. No somos super héroes y tenemos todo el derecho a mostrar nuestras debilidades. De ahí en adelante podremos demostrar nuestra fuerza.
Como dice la Chica del Jardin- hola Carmen- yo también puedo decir, desde la experiencia adquirida, que es liberador hablar cuando la angustia nos ahoga y que, sintiéndonos mejor , estamos en mejores condiciones de prestar ayuda.
También puedo decir, desde la experiencia, que los que se creen autosuficientes y rechazan cualquier tipo de ayuda suelen verse abocados al fracaso. Es realmente muy difícil salir de una situación tan traumática sin ayuda exterior.
¡Ánimo a todos los que empiezan la dura labor de la rehabilitación de una lesión medular, ya sea en propia carne o en la de un ser querido!.

Anónimo dijo...

Creo que la ayuda psicológica es una de las mas importantes, yo no tengo lesión, pero por diversas causas en algún momento tuve que pedir esa clase de ayuda, la cual me sirvió de mucho.

Nunca he entendido porque muchas personas piensan que los que van a a terapias psicológicas están locos o son tan débiles que no saben resolver sus propios problemas y necesitan que otros (en este caso el Psicólogo) les diga que tienen que hacer.

En el caso de mi amigo esa opción, no es opción, el dice que no necesita ayuda y que ya acepto la lesión y que ahora solo tiene que sobrevivir, que no esta loco, solo que no camina.

De hecho cuando encontré el blog fue precisamente para buscar ayuda, porque me queda claro que no es algo fácil de entender, no solo para el lesionado, sino también para los que estamos cerca de uno.

Aún así, espero que mi amigo algún día busque ayuda y pueda hacer algunas otras cosas.

Adry

horacio novello dijo...

Los lesionados no sólo debemos aceptar. Tenemos miedos, rencores, negaciones, ira controlada y descontrolada. Sentimos una profunda decepción con la vida, con Dios, con el presidente de la nación y con el Dalai Lama. Nos sentimos incomprendidos, discriminados y desahuciados. No tenemos consuelo, no tenemos ganas de esperar. No queremos esperar.
Nos preguntamos el por qué y no nos sirven ninguna de las respuestas. No nos interesa el otro. Sólo vemos el techo que cubre nuestra cama. Esa cama en la que creemos que vamos a estar echados toda la vida.

Seguro que se me olvidan muchas cosas pero más o menos así nos sentimos cuando despertamos a la realidad.

Esto no lo soluciona ninguna pastilla, ningún psicofármaco.
Lo soluciona la aceptación. El asumir, el respetarnos, reubicarnos, reconocernos. Hacer una "reingeniería" personal.
Y si no lo hacemos de alguna forma todo lo anterior seguirá dando vueltas en nosotros hasta el fin de nuestros dias. Condicionándonos y quitándonos fuerzas para seguir viviendo y creciendo.

Por eso es tan importante cualquier terapia, actividad interior o como quieran llamarlo que ayude a eso.
Sabés, Mariángeles, que yo pienso que la actividad tuya y de tus colegas es tan importante como la rehabilitación física.
Pienso que la ayuda psicológica no debe ceñirse sólo a la sexualidad y debe ser redimensionada y reubicada en el proceso médico de la rehabilitación general.

Un saludo y un beso!!

ANTONIO dijo...

Yo era muy reacio y estaba convencido de que las "charlas psicologicas no iban a ayudarme", porque mi situación me contaran lo que me contaran no iba a cambiar. Pensaba que era inútil porque yo iba a seguir sentado y me irritaba solo al pensar que alguien a quien, al fin y al cabo, no conocía entrara tan de lleno en mi vida y tocara temas tan íntimos y de los que no quería ni escuchar hablar.
He aprendido que ayuda, ayuda a enfrentarte a la realidad y a afrontar esta nueva vida!

Afrontando la lesión medular dijo...

En la Sesión de Familiares de hoy volvía a salir el tema del rechazo al seguimiento psicológico por parte de familiares y pacientes. Se repite mucho esta expresión. "No quiero que se metan en mi vida".

Afrontando la lesión medular dijo...

Lo que sucede, Felipe, es que los resultados del tratamiento o apoyos psicológicos no se ve sino a largo plazo.

¡Cuántas personas se arrepintieron poco antes el alta de haber rechazado nuestro apoyo!.

A mí me sigue chocando que la gente no esté receptiva ni siquiera a las charlas de educación sanitaria.

Afrontando la lesión medular dijo...

Es difícil "motivar" a alguien que no quiere ayuda a pedirla y más aún, ver le modo cómo hacerlo pues puede entenderse en el término que lo entiende tu amigo. "Yo no estoy loco, lo único que me sucede es que no camino". ¿Le parece poco problema a tu amigo el no caminar, el no controlar su cuerpo, el no asumir la silla, el no querer salir a la calle?. Está claro que aún no ha entendido la de ayuda que precisa. Tal vez esté así por no haberla recibido a tiempo y haber focalizado más su rehabilitación en lo físico.

Afrontando la lesión medular dijo...

¡Que decirte, Horacio!. No soy la más indicada para hablar de los beneficios terapéuticos de la rehabilitación psíquica. Lo cierto es que no se vende bien desde los propios colegas médicos y es difícil que el paciente lo entienda si el propio médico lo cuestiona.

Hablamos de rehabilitación integral en los Congresos y foros científicos pero no se si creemos de verdad en ello. Queda muy bonito pero estamos lejos de alcanzarla y de formar un equipo compacto de rehabilitación.

Hay quien piensa que el tratamiento psicológico debía de ser obligatorio como el gimnasio y la terapia pero yo no lo comparto ¿imagináis el resultado de esta imposición? . Sería más perjudicial que beneficioso.

Ya se te echaba de menos en el blog. Tus comentarios nos aportan y enriquecen, no dejes de hacerlos.

Tu comentario me ha sugerido una nueva Entrada. Gracias.

Afrontando la lesión medular dijo...

Siempre cuento, Antonio, lo que un paciente me dijo en una ocasión : "Yo no voy al Psicólogo porque no me va a hacer andar!.