domingo, 1 de marzo de 2015

El niño que todos llevamos dentro



Era un niño que soñaba

un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía...
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo
pensaba: Todo es soñar,
el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó! 

Antonio Machado


https://www.youtube.com/watch?v=emIq0YokD9s )Versionado por Paco Ibañez)

Hace más de dos semanas, cuando solicité a los seguidores imágenes de su infancia  e información acerca de sus juegos y canciones preferidas de esa etapa, observé que respondieron rápido y que resultó ser un juego tan atractivo que a algunos les hizo sacar sus fotos del baúl de los recuerdos, otros fueron a la casa familiar en busca de fotografías. En cualquier caso, todos disfrutaron un rato recuperando su infancia.

Esta idea me sigue dando qué pensar y sugiriendo reflexiones porque tengo la certeza de que a muchos lesionados medulares que creen que ya no pueden hacer nada, les queda aún mucho por hacer. De hecho, no son pocos los que cuando pasan tanto tiempo encamados e inmóviles me hablan de sus ensoñaciones de cuando eran niños. Es normal que esto suceda porque, después de todo, "el niño que todos llevamos dentro" sale a la luz https://www.youtube.com/watch?v=KlOAMCQgi5w

Si algo nos enseñan los niños es la capacidad de asombro, algo que, desgraciadamente, cuando crecemos solemos perder. Se puede ejercitar esa capacidad a través de la meditación y la atención. Ya hablé hace unos días de esa virtud que es la atención y de ese ejercicio "sentarse a meditar". Está al alcance de nuestra mano y, en el caso de los lesionados medulares, que disponen de más tiempo y no saben qué hacer con él, puede ser una actividad que les reporte considerables beneficios.

"Cuanto más se medita, mayor es la capacidad de percepción y más fina la sensibilidad. La mirada se limpia y se comienza a ver el verdadero color de las cosas. El oído se afina hasta límites insospechados y empiezas a escuchar el verdadero sonido del mundo.
Todo parece más brillante y sencillo. Se camina con más ligereza, se sonríe con más frecuencia.
Gracias a la meditación he descubierto que todo puede ser una aventura. Dar un paseo es una aventura, leer un libro es una aventura, preparar la cena es una aventura. En realidad, cualquier jornada, incluso la más gris, es para quien sepa vivirla, una aventura inconmensurable. Hacer la cama, lavar los platos, ir a la compra, sacar el perro...todo esto - y muchos otros quehaceres comunes- son aventuras cotidianas pero no por ello menos excitantes.
Si se aprende a mirar bien, todo es siempre nuevo, diferente. Nada es ahora como hace un instante. participar ahora de ese cambio continuo que llamamos"vida", esa es la única promesa sensata de la felicidad." (Pablo Dors, Biografía del silencio)

2 comentarios:

Sonriman dijo...

Buenas tardes, Es verdad que cuando uno se hace mayor y puede y tiene el derecho a votar, entre otras cosas. Llegan algunos momentos que te hacen añorar la niñez .Hay momentos que se hacen costosos, difíciles que uno no sabe dónde le van a llevar. Si uno se vuelve de manera retórico un nlño y deja aflorar ese ser, vera que ese sin "sentido" que ese ser tiene te a ayudar y conducir por el camino "mejor", y si falla que no creo es por la dichosa falta de ese tal llamado uso de razón. Saludos con usi de razón y una inmensa sonrisa aaaaaa. De un chiquetete que lleva pañalete porque se mea un poquete que al final es un gran aliviete , lo dice manolete que esta un poco sordete pero es un poco MAJETEEE.

Afrontando la lesión medular dijo...

Pues tengo una Entrada preparada precisamente con esa naturalidad con la que algunos abordan la incontinencia.

Por otro lado, es cierto, Manuel, que tener "uso de razón" no es malo, lo malo sería no tenerla no crees?. Gracias, una vez más.