miércoles, 3 de febrero de 2016

Trenzar la tristeza




Vi estas dos fotos que encabezan la Entrada a cada cual más bonita y me dijeron que estas imágenes circulaban en facebook con este texto y no pude evitar compartirlo con vosotros, mis queridos y apreciados seguidores del blog tanto si se está triste en esos momentos iniciales cuando uno se tropieza de manera inesperada con  la lesión sino también en tantos otros momentos que todos, no solo lesionados medulares, sentimos tristeza.


"Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas,  que no se meta entre tus manos- me decía-  porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. Cuando te sientas triste niña, trenzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar  cuando el viento del norte pegue con fuerza.
Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole.
Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña,  aun si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada  por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo. Trenza tu tristeza, decía,  siempre trenza tu tristeza…
Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello."

El que lo quiera disfrutar en formato presentación con una música alegre

https://www.youtube.com/watch?v=unnf-TEuqXs

3 comentarios:

Abuelo de Alvaro dijo...

A propósito de la tristeza, aprovecho para copiar la primera poesía de mi nieto Alvaro, hijo de Elena de diez años de edad, con motivo de un trabajo de lengua incluido en los deberes del fin de semana. Es su primera poesía.

Demasiados son los que lloran,
Pocos son los que aman.
Este mundo está lleno de lagrimas tibias.
Pero se puede arreglar
Con el día a día.
Solo arrimar las manos
Y empezar a soñar.

Álvaro Domínguez Vila


Afrontando la lesión medular dijo...

Tomemos nota de esta jovencito que a su corta edad ya tiene una enorme sensibilidad y madurez. Gracias por compartirla.
¡Preciosa!

Cresssss dijo...

Cuantos sentimientos juntosss