viernes, 21 de junio de 2013

"Personas bonsais"


Juegos de verano


Leyendo a Susanna Tamaro (*) descubrí esta frase . "Hay personas que son mayores por edad pero pequeñísimas en la cabeza, son lo que yo vengo a llamar personas bonsais". Me ha sorprendido encontrar un blog con el mismo nombre de la expresión usada por la autora con un Post que merece la pena leer y que copio aquí para compartir.

Personas Bonsais


"Porque el sufrimiento también te regala un despertar"Árbol grande, árbol pequeño (Extraído de http://personasbonsais.worpress.com/

“Si cogemos la simiente, de un árbol grande y sano del bosque, y lo plantamos en una maceta, solo crecerá un pequeño bonsái. Pero en esa semilla, estaba la potencialidad de llegar a ser un árbol grande”.


Muhammad Yunus

I

Suele conferirse mayor validez a los argumentos esgrimidos por alguien en la esfera de nuestra intimidad que aquellos procedentes de quienes, por ejemplo, nos despiertan desagrado. Es un proceso inconsciente.


Mientras crecemos, corremos el riesgo de inocular la culpa de nuestros actos, la insuficiencia de nuestros designios, si esta visión procede de los más allegados, en argumentos que horadan nuestro vacío, sintiéndonos desinflados en un continuum de revisiones a nosotros mismos, en el anhelo de recuperar el afecto que creemos perdido.

Pero cuestionar ideas de otros depende del desarrollo de las nuestras y estas emanan de forma más libre cuanto mejor es la construcción de nuestra “identidad”. Construcción, a veces, anegada, cortocircuitada, bonsificada.

II

A lo largo de nuestra biografía, convivimos con personas a quienes adjudicamos especialmente valor, lidiando con nuestras necesidades afectivas. El riesgo a exagerar nuestro revisionismo poniendo a otros en un pedestal, aun afectivamente, persistirá según el equilibrio del ”yo reviso”, frente al ”tú revisas” de las conductas de cada cual. Esto va a depender de nuestras potencialidades cognitivas y afectivas que ahí se diriman (aquella construcción mencionada).


A mayor carencia afectiva, más descompensación del balance. Si eso sucede, cuanto antes comienza el proceso, mucho peor; porque el afecto es nutrición y empezamos a sentirnos desprovistos de él. Nada es más importante que sentirse querido.


A lo largo de tu trayectoria, te encontrarás con dificultades, pero el ir a beber a la fuente equivocada, hará sentirte pequeño. Volverás a salir a enfrentarte a tus asuntos, una vez más; pero con una vuelta de tuerca de pequeñez.


Podrás volver a describir el círculo. Encarar dificultades, comprobar el marchamo de tu pequeñez, e ir en pos, nuevamente, de aquel vínculo equivocado, por la misma razón.


Comenzarás a observar tu vida, y puede que de una forma que ya no te gustaría llevar. Hasta el punto que, el vínculo pernicioso con el que enlazaste, aún te confirme “que todo está en tí”. Desde ese momento, date oficialmente por persona bonsai.

Comenzarás a analizar, qué sucede contigo, pero es dificil verse bonsai, cuando sólo eres un bonsai

III

Imagina otra vida, donde nadie que escojes, hace sentirte pequeño. Considera una vida donde te haces grande. En ese cambio de escala, muchas de tus dificultades de tu “otra vida” se harán pequeñas en esta; hasta el punto que, ese vínculo padecido en el pasado, no habría tenido la fortuna de presenciar tantas profecías autocumplidas, -irónicamente-.


Pero no puedes pensar así mientras que tus raíces quedan depositas en una reducida maceta.

Serás alguien nuevo cuando dejes de contemplarte en un espejo que tuvo la insuficiencia de ver tu grandeza en la semilla. Y, alégrate porque, después de todo, a ti tampoco te habría gustado estar en su lugar.



"¿Cuántas personas sordas, cuántas personas ciegas viven a nuestro alrededor?. ¿Cuántas personas representan un papel en lugar de vivir?.¿Por qué lo hacen en vista de que los primeros en vivir mal son ellos?".

Estoy segura que todos conocemos personas grandes y personas bonsais.


(*) Susanna Tamaro . "Querida Mathilda (Edit. Seix Barral)

10 comentarios:

"La Chica del Jardín" dijo...

"Bonsáis" personas, árboles, ¡qué mas da!

Siempre me dieron penilla los pequeños arbolillos, aunque queden muy bonitos, aunque sean buenos para controlar las enfermedades de ellos, pero... les cortan su YO, su ESENCIA, su... Tengo un buen amigo que se enganchó al mundo de los bonsáis, ¿sería el un bonsái? Quizás si, se ponía a los pies de su maestro, de TÉ JAPONÉS, de BONSÁIS, él vale mucho y, sin embargo...

Tuve la curiosidad de inmiscuirme en ese mundo, por suerte nunca lo hice y Manuel apareció en mi vida, nada BONSÁI creo, nunca hubiera sido feliz con ese chico, seguimos siendo buenos amigos y punto.

Dejemos que los bonsáis se desarrollen en plenitud en los bosques, en los jardines, en el campo... en vez de vivir en una maceta pequeña, con poca tierra, con nutrientes artificiales, con musgo artificial hecho con yogur, humedad y sombra, regados con spray en vez de con agua de lluvia...

Besos grandes, enormes...

Felipe dijo...

A lo largo de la vida todos nos sentimos un poco bonsais cuando nos cruzamos con personas que son verdaderamente grandes, sobre todo de alma, aunque también, rara vez, podemos sentirnos sentirnos gigantes, cuando tropezamos con seres miserables.
Creo que todos tenemos la obligación de tratar de crecer lo más posible, para llegar a ser simplemente hombres y mujeres.

Betty dijo...

Hay demasiados bonsáis en este mundo, pero también hay dos tipos de arboles grandes. Los que tienen una sombra que eclipsa. Son demasiado grandes y sólo dejan ver sus ramas escondiendo el cielo tras ellos . Estos dan miedo y le hacen a uno sentirse bonsái. Pero hay otros grandes, que dejan que los rayos del sol atraviesen su sombra, haciéndola confortable, uno se siente seguro y con ganas de trepar y subir a lo más alto para sentir en la piel el calorcito del sol.

Creo que no es lo mismo ser árbol pequeño que ser bonsái.Yo siempre seré pequeña, espero no ser nunca bonsái. Quiero seguir creciendo y subiendo a lo más alto, espero no tener nunca suficiente, y seguir encontrando en mi viaje enormes árboles de sombra confortable, que me ayuden a seguir trepando, y me recuerden que siempre se puede crecer un poco más. Hay muchos bosques y muchos árboles solitarios que merecen una paradita bajo su sombra compartiendo ese afecto nutritivo que guardamos bajo nuestras raíces.

Espero no perder la perspectiva que me hace distinguir los bonsáis de los árboles pequeños, que me hace evitar a los grandes de sombra espesa y oscura que retuercen mis ramas y amputan mis brotes. espero seguir nutriéndome de ese afecto que hace que me aleje de los tiestos evitando así convertirme en un bonsái.

Abrazos nutritivos para este bosque de enormes y confortables árboles.

Afrontando la lesión medular dijo...

Se puideron de moda los bonsais, es cierto. A mí siempre me dio pena forzar la naturaleza y no dejar que cada cual se desarrolle del mejor modo posible. No me gustaría que me "axfisiaran" e impidieran mi crecimiento.

Afrontando la lesión medular dijo...

Ser hombres o mujeres o ser "personas", Felipe, al fin y al cabo y poder expresarnos con esa "diversidad" tan inmensa.

Hablando de "bonsais" no estaría de más leer el libro de Albert Espinosa ( del que ya venimos hablando en el blog) : "Si tú me dices ven, lo dejo todo, pero dímelo" que trata el tema de la acondroplasia y el sufrimiento e incomprensión que acompña a estos seres "pequeños" (físicamente hablando). Dice en unode sus párarfos . "Mi madre me enseñó que ser enano no es algo vergonzoso ni triste"

Afrontando la lesión medular dijo...

No dejes de crecer, Betty, no dejes de sorprendernos y de seguir regando este "árblog", que diría Manuel B.

Gracias por adentrarte en este bosque de àrboles diversos.

Anónimo dijo...

Mi padre me decía que me rodeara de personas grandes, no refiriéndose a tamaño o dinero, sino a su forma de pensar y actuar. Decía que si yo me rodeaba de personas grandes seria grande pero si me rodeaba de estúpidos me iría mal. Que cuidara de mis amistades y que me alejará de aquellos pesimistas o mediocres, ahora esta entrada me recordó esas palabras y veo que tan ciertas son.
Todos ustedes son grandes arboles por ello me gusta sentarme en su enorme tronco a descansar y refrescarme de todas mis dudas respecto a lo que vive cada uno de ustedes, quienes comparten un poquito conmigo.
Gracias.
Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

¡Qué razón que tenía tu padre!, Adry. Gracias por cobijarte en nuestra sombra. Tu ya formas parte de eset gran "arblog"

Regina Castejon dijo...

Si que tiene muchos valores profundos esta anotación, me quedo dándole mil vueltas, más de las que imaginas, un fuerte abrazo

Afrontando la lesión medular dijo...

Cuando nos puedas aportar algo más de las conclusiones a las que llegues, nos las cuentas, María.