jueves, 24 de julio de 2014

Unidas en el silencio : La lengua de los signos

Alexandra y Genneth

"Alessandra es el nombre que Gennet le ha puesto a sus propios ojos que no ven, a su propia voz que no habla, a su propio olfato muerto. Las manos de Alessandra son el demiurgo que crea una y otra vez, incansable y cariñoso, el mundo a cada instante para Gennet. Tanto es así que reconoce que, cuando su mediadora deja por un instante de tocarle la mano, siente miedo."

Este reportaje http://www.mujerhoy.com/hoy/mujeres-hoy/unidas-silencio-721368042013.html de 2013, vuelve a ver la luz en los Medios de Comunicación esta vez de la mano de Radio 5 del pasado 17 de Julio

"Unidas en el silencio" es un emocionante reportaje de Fernando Sánchez Alonso que nos cuenta la historia de Gennet, la primera sordociega que ha logrado un título universitario en España, y Alessandra, sus ojos, sus oídos y su voz.

"Protegidas por una extraordinaria seguridad en sí mismas, caminan por las calles cogidas del brazo o con las manos apoyadas, como en un ceremonial de torneo medieval."

Esta conmovedora historia no lo es más que tantas otras historias de vida que pasan por el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo aunque sean más anónimas y no salten a los MASS MEDIA. En todas las historias a los protagonistas les duele algo. De todas extraemos un mensaje, una "lección de vida" independientemente del nivel y alcance de la lesión.

Cada cual crece a su manera y encuentra razones para seguir viviendo.

2 comentarios:

Betty dijo...

Muy emotivo el reportaje.
Debería ser obligatorio que al menos una vez al año, todo el mundo mantuviera una relación de colaboración con algún desconocido. Las simbiosis siempre aportan cosas positivas. Nuestras miras serían más altas y el horizonte más lejano.
Da gusto conocer gente nueva, nuevos problemas, puntos de vista…
Ayudar y sentirte ayudado provoca buenas sensaciones.
Mil besos.

Afrontando la lesión medular dijo...

¡Buena idea la que propones!, Betty. A mí me queda poco tiempo pero creo que los pre y jubilados podrían aportar parte de ese tiempo libre que a veces no saben qué hacer con él beneficiándose recíprocamente.