sábado, 20 de diciembre de 2014

El privilegio de escuchar

"Nuestros médico no deberían dejar de mirar a los ojos a sus pacientes y escucharlos. Aunque tengan poco tiempo para tantas visitas. Sus relatos, además de servir como información clínica, sirven para que se sientan seres humanos y no simples receptáculos de medicación y hasta otro día"

La frase que encabeza esta Entrada me trae a la memoria la "confesión" de un paciente que me contó que le dijo a su médico que no iba a tomarse la medicación prescrita. El médico le preguntó el por qué de su actitud y el le respondió : "porque en todo el tiempo que ha durado esta consulta, usted no levantó los ojos del papel y no se dignó en mirarme a la cara"

En general, el profesional de la salud no se toma el tiempo necesario para escuchar y observar al paciente como persona, sino que lo trata como síntoma, enfermedad, órgano enfermo...y luego lo deriva a realizarse estudios para que todo se "resuelva" rápido.

Los mundos biomédico, pedagógico y psicosocial inducen un desequilibrio permanente entre quienes tienen los conocimientos y quienes tienen las necesidades. es un mundo de soledad.

https://www.idf.org/sites/default/files/attachments/2009_DSM_Barabino%20et%20al_ES.pdf


"La oportunidad de mirarse a uno mismo y a los demás desde una perspectiva más amplia influye de manera importante sobre la relación terapéutica"

Reflexiono sobre todo esto porque cada vez soy más consciente de la importancia que tiene la empatía y escucha en el proceso de rehabilitación llegando la ausencia de las mismas a afectar a la buena evolución de los pacientes. El acompañamiento y la empatía


 tanto para el paciente como para la familia son tan necesarias que cuando no se producen observamos que el proceso de recuperación es tórpido.Todo se atribuye a la lesión o a factores orgánicos porque es más tranquilizador para los profesionales creerlo así pero una parte está influída, irremediablemente, por los factores inherentes a la comunicación en sus dimensiones verbal y no verbal.

2 comentarios:

Felipe dijo...

Afortunadamente cada vez hay menos médicos estrella y más médicos jóvenes capaces de empatizar con los pacientes. Por lo menos eso es lo que he podido apreciar en las últimas consultas médicas a las que he ido.
El médico vestido con traje, corbata, zapatos relucientes, peinado impecable y mirada displicente es ya un dinosaurio a punto de extinción. Ahora las verdaderas eminencias se distinguen por otras cosas; fundamentalmente por los resultados y por su amabilidad con los pacientes.
Debe ser que hay una nueva asignatura en la formación de los profesionales de la medicina.
Feliz Navidad


Afrontando la lesión medular dijo...

No sabes lo que me alegro de que las cosas estén cambiando, Felipe, y que sea percibido por los pacientes.

Cuando llegan las nuevas tandas de médicos en formación (M.I.R.) al Hospital y me corresponde darles la formación de mi área, me esfuerzo para enseñarles estrategias y habilidades de comunicación fundamentales para humanizar la asistencia. También vengo observando que están muy interesados en completar su formación deficitaria en este campo.