viernes, 23 de octubre de 2015

La máquina que nos conecta con nuestro niño interior

"No necesitamos una máquina para conectarnos con nuestro niño interior"








Hace días, revisando material pedagógico, encontré este vídeo y pensé en compartirlo con los seguidores del blog
https://www.youtube.com/watch?v=REs8ByGH62k

Me pareció que invitaría a la reflexión y a ver qué nos hemos dejado atrás de esos niños que fuimos y qué cosas permanecen con nosotros.

Aunque el vídeo está enfocado para padres y la relación con sus hijos, creo que se puede extrapolar a otras situaciones como:

- el tiempo de nuestra vida que dedicamos al trabajo en detrimento del cultivo de las relaciones familiares (una constante en una gran mayoría de los pacientes que vemos sobre todo de una determinada edad)

- poco tiempo para el ocio y el esparcimiento

- el poco uso que se hace del humor

- la ausencia de imaginación

- la ausencia de comunicación familiar

- poco sentido lúdico

- la ausencia e expresión de emociones y sentimientos

Invito a los seguidores a que nos cuenten su antes y ahora y las cosas que se dejaron en el camino y las que siguen cultivando.

NOTA : Dejo el enlace que sugiere Fran, muy oportuno, por cierto.
https://www.youtube.com/watch?v=XKZO4S2CRoI

7 comentarios:

La Chica del Jardín dijo...

La niña que llevo dentro sigue conmigo, es una niña que siempre sonríe... Una niña a la que le gustaba y le gusta cacharrear con las tripas de los objetos electrónicos, la niña inquieta por aprender cómo funcionan las cosas que utiliza...

Siempre fui una niña curiosa, recuerdo la cantidad de relojes despertadores que investigué en mi infancia... sigo cotilleando los entresijos de los objetos. Una niña un poco "chico", a la que le gustaban los deportes de balones, los coches, el tenis, el balónmano... y por supuesto la NATACIÓN (pasaba hora en el agua hasta que se me arrugaban los deditos). Recuerdo una maqueta que hizo mi tío de un motor de gasolina, siempre estaba junto a él, curioseando y ayudándole con el "juguete", cuando me saqué el carné de conducir la mecánica la tenia muy clarita, jajajja

Ahora sigo siendo un poco igual, pero menos deportista, los achaques de la edad me impiden hacer ejercicios muy fuertes...

Tambien disfrutaba con los niños/as, siempre jugando a cualquier cosa.
Pasaba horas pegada a mi abuela Carmen en la cocina, ayudándola en lo que podía, quizás de ahí me viene el gusto por la cocina, tardé en empezar a cocinar pero cuando lo hice... me encantó y disfruto mucho cocinando

EL humor nunca lo he perdido, es verdad que a veces tengo un humor un poco ácido...

Nunca tuve problemas para mostrar las emociones. Quizás tengo comunicación con la familia que no toda la que debería, ya que no entienden mi "mundo", soy muy conservadora en muchas cosas, prefiero hablar con amigos que con familia...

Estoy segura de que si hubiera tenido hijos, hubiera jugado a tope con ellos, como he hecho y hago con los sobrinos, tengo claro que se aprende mucho jugando si eres capaz de jugar con sentido...

Como se puede observar, no se escribir poco, me enrollo como las persians. Hablo todo lo que no hablé en la adolescescia, jajaja

Besos sonrientes cargados de buen HUMOR

Afrontando la lesión medular dijo...


¡Fantástico! A ver si se niman más seguidores a compartir qué queda aún de aquellos niños que fueron.

Lo describes tan bién que unido a la foto que tenemos de infancia tuya

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2013/04/nacida-un-23-de-abril.html

es como si te estuviera viendo.

Gracias enormes por ese tiempo que te tomas para escribir. Encantada de que te enrolles siempre que puedas y dispongas de un ratillo.No pierdas tu positivismo y tu sonrisa.

Fran dijo...

Hola.
Existe una canción de Bumbury, que dice algo así; "De pequeño, me enseñaron a ser mayor..., de mayor voy a aprender a ser pequeño" ( https://www.youtube.com/watch?v=XKZO4S2CRoI )
Quise ser mayor, adulto, desde que estaba en la E.G.B., pues era lo que se imponía, y nunca supe serlo. Mi padre siempre me saltaba con cosas así: "Mira tus primos, montan a caballo, le gusta y entienden el campo, serán hombres de provecho".
Viví mi niñez/adolescencia, como si fuera yo rarito, pues hiciera lo que hiciera, o intentara lo que intentara, siempre me sentía por debajo de alguien, no valorado. Creo que aquello influyó en mis estudios, y a posteriori de dejarlos, en mi vida laboral, a esto último se le unió mi cabeza loca.
Llegó mi lesión, que quizás fue punto de inflexión en mi vida, y en el Hospital cada dos por tres me decían..., "debes estudiar si no...". Yo me preguntaba que significaba aquel "si no". Solo estudié informática.
Hace mucho, que vivo, intento vivir o retomar, aquellos años.
Creo, seguiré siendo niño de mente lo que me quede de vida, pues le demostré a muchas personas, que supe "ser hombre", cuando tuve que afrontar situaciones muy difíciles, como los trece meses en el H.N.P., o ahora disfrutando "como un niño", con esa ilusión, en todas las cosas que hago, o intento hacer.
Ozú, creo me he liado, y no se si me expliqué bien.
Saludos.

Elenabombera dijo...

Que felices eramos de niños! Ahora con los años de nuevo nos atrevemos a soñar...y mas tras la lesión ,que nos ha concedido tiempo y nada de prisas...cualquier cosa pequeña...cualquier detalle....lo valoramos y lo disfrutamos.
La adversidad y el desanimo quedaron ya lejanos...ahora toca vivir con ilusión.
Todos llevamos un niño dentro...que no nos de reparo mostrarlo...
En mi época,no había tantas cosas,ni mucho menos,tecnologías...y la imaginación era nuestra aliada para inventar historias...jugábamos en la calle.
Recuerdo a mi abuela contandome cuentos.
Meriendas escuchando la radio...y el pan con una onza de chocolate que había que roer bien..de duro que era.
Y sobretodo ..cariño...
Volvamos a vivir con ilusión y saquemos al niñ@...siempre merece la pena!

Afrontando la lesión medular dijo...

Muy apropiada la canción de Bumbury, Fran. La he colgado en el Post.

Me ha gustado mucho lo que comentas y nos das una lección, sí señor. El caso es que el niño se hizo de golpe mayor con el trauma.

La formación es muy importante si se sabe aprovechar pero no es esa la única inteligencia que poseemos y hay gente muy corta con muchos títulos en su haber. La vida y sus aconteceres es también una buena escuela para aprender.
Respecto a las comparaciones, es un gran error comparar a unas personas con otras. Todos los que hemos sido muchos hermanos, hemos sido comparados con alguno de ellos más brillante o sobresaliente.

Afrontando la lesión medular dijo...

Yo también tomaba la misma merienda , Elena. En Córdoba la onza de chocolate se denominaba "jícara". Tomábamos también un Hoyo que era un trozo de pan al que se le sacaba la miga por arriba y se le echaba aceite y azúcar.

La imaginación y disfrutar casi con el aire fueron los compañeros de viaje de nuestra infancia.
Yo no conocí a mis abuelos, es una pena y tampoco me contaron muchos cuentos que digamos, más bien los escribía yo ya desde pequeñita.

Afrontando la lesión medular dijo...

Gracias a Carmen, Fran y Elena por este paraíso imaginado, como diría Carmen Martín Gaite, que nos han enseñado.