martes, 26 de enero de 2016

La mala entendida "compasión"

Dado que el térmico "compasión" suele ser mal entendido y enfocado, lo traigo de nuevo aqui a raíz de unos enlaces que me ha enviado Ramon Bayés, colega y amigo, que no es la primera vez que asoma a este blog.

Yo misma dediqué una Entrada en el blog : "actos de compasión" http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2012/04/actos-de-compasion.html

Algunos de los enlaces son de tal interés que he querido compartirlos con los seguidores.

El Libro de Vicente Simón es una de las referencias de interés

"No queremos que nadie nos compadezca porque lo asociamos a la pena, a la lástima. Esta es una visión errónea  de la compasión. La compasión no es otra cosa que el deseo de que todos los seres vivos, incluyéndonos a nosotros mismos, se encuentren libres de sufrimiento. 

El libro es una guía sencilla y práctica que te orientará en la ruta que se adentra en el corazón del mindfulness : la compasión. te ayudará a comprenderla, a sentirla y a desarrollarla en la práctica de la meditación, descubrirás que ayudar a dar y a aliviar el dolor del otro (o de uno mismo) hará que sientas alegría y paz interior.

 La compasión y la autocompasión son habilidades que pueden ser entrenadas, fortalezas que nos permiten para bien transformar el sufrimiento emocional, que producen cambios cerebrales que contribuyen a mejorar las relaciones interpersonales, nuestra sabiduría, nuestra salud, y nuestra felicidad.(Vicente Simón)

Aprovecho para dejar otra referencia obre la compasión 


Y sobre la terapia centrada en la atención plena






2 comentarios:

Felipe dijo...

Si miramos el diccionario de la real academia compadecer es " sentir lástima por el sufrimiento o mal ajeno". Y creo que no hay confusión posible ni es extraño ni indeseabble que un ser humano se sienta apenado y sienta pesar o lastima por un mal ajeno. No logro comprender ese rechazo a la compasión que es un sentimiento humanitario y solidario. Es como quien ha sufrido una desgracia no quisiera reconocer que , efectivamente, ha sufrido esa desgracia. Me parece un orgullo absurdo.
La mielitis de mi hija ha sido la mayor desgracia que ha sufrido mi familia y me siento agradecido a todas las personas que se han compadecido conmigo de nuestra desgracia. Otra cosa es que haya que dar la cara y tratar de superar las consecuencias de la desgracia sufrida.
Que nadie se avergüence de sufrir un mal del que no ha sido responsable.

Afrontando la lesión medular dijo...

No se trata de un rechazo a la compasión, Felipe, sino de un punto de mira más amplio sobre el término más allá de la definición del de el diccionario. "Compadecerse" se ve distinto si lo entendemos como "acompañar en la pérdida o el duelo". Claro que no es malo que la gente se apene por el sufrimiento ajeno.

De todos modos, en función del contexto del duelo, el duelo es más o menos estigmatizado. Así, cuando el duelo o pérdida se produce por haber atentado contra la propia vida, el estigma es mayor y los que quedan, los familiares, se sienten mirados de un modo distinto. Asimismo, los que intentaron suicidarse mediante precipitación de altura y no lo lograron y quedaron para o tetrapléjicos, no suelen ser francos y les cuesta reconocerlo y suelen decir que se cayeron accidentalmente. vemos pues como hay situaciones en las que uno se siente culpable o le culpan a uno los demás y generan vergüenza en quienes las padecen.