viernes, 23 de marzo de 2012

"Papá ya no puede llevarme a la playa"

Es la frase de Marta de diez años, hija de Jose, frente al cambio de imagen del padre y lo que ello conlleva de pérdidas tras el nuevo rol que la lesión le impone. Después del alta y, en función de las secuelas secundarias a la lesión, se asiste a una reestructuración de roles (ya se abordó en la entrada "reestructuración de roles............"), restructuración que requerirá un tiempo hasta alcanzar un equilibrio de los subsistemas familiares, sociales y laborales.

Si profundizamos un poco más, nos encontramos con reacciones como la de esta niña que, en principio, asume bien la lesión del padre pero que, a la hora de incorporar el papel que éste puede desempeñar al alta, vive la lesión más en término de pérdidas que de ganancias.

La silla, como detectora de "invalidez" y de independencia funcional provocada por la tetraplejia, resta, a priori, funciones. Es necesario superar los prejuicios y estereotipos sociales para dotar de sentido la vida de una persona con diversidad funcional

La niña, autora de la frase de esta entrada, está claro que sólo ve lo que se muestra a simple vista "la discapacidad física visible", posiblemente condicionada por la idea de que una persona activa es una persona que se mueve u una persona "válida" no es aquélla a la que la sociedad "etiqueta" como "inválida".

Está claro que se van a producir cambios pero ello no equivale a que no se puedan seguir realizando actividades. Afortunadamente nos encontramos con una lenta pero progresiva concienciación sobre las necesidades de las personas con diversidad funcional, haciendo más accesibles las ciudades, los transportes y las playas. Poco a poco se van incorporando más playas al plan de accesibilidad instalando puestos de protección civil dotados de sillas anfibias y asistencia personal en el baño.

Lo importante es tener motivación, iniciativa, estar activo y dar tiempo para que cada cual encuentre su sitio y dote de sentido a su vida.

2 comentarios:

Antonio dijo...

Claro que el papa podra ir con ella a la playa!
Es verdad que hay muchas cosas que no podra hacer, pero que se pueden suplir por aquellas que si puede hacer.
Yo no he dejado de lado una de mis grandes pasiones: VIAJAR. Y en un ano y medio he hecho muchis viajes. Ademas, cuando salgo de mi entorno, siento menos ese pudor o verguenza a la que tantas veces hago alusion.

Afrontando la lesión medular dijo...

La accesibilidad está en la cabeza.

A mí me sorprende mucho lo que se mueven los lesionados que tienes posibilidades económicas. Siempre digo que han ido a más sitios de los que iré yo mientras viva.