martes, 26 de junio de 2012

Esos "locos bajitos"



Me he permitido usar el término que Juan Manuel Serrat usara en su día, para denominar a los niños, "locos bajitos", para nombrar también a los nietos que son los protagonistas de nuestra entrada.

Esos pequeños que revolotean por el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo son, entre otros, nietos de abuelos que contrajeron una lesión medular. Cada vez ingresan presonas más mayores en el Hospital. El  H.N.P. de Toledo es un Hospital diferente a los demás en el que se permite, debido a las circunstancias especiales de los pacientes y al largo período de hospitalización, la entrada a los menores de doce años.

Alborotan mucho, es cierto, y algunos pacientes se quejan del ruido que hacen y lo rápido que se mueven. A algunos lesionados les molestan no sólo los hijos-nietos ajenos sino también los propios. Cuando uno está hospitalizado, más allá del grado de malestar que tenga, por el solo hecho de la hospitalización y el estrés que ésta produce, está más susceptible. Si a esto le sumamos la inmovilidad y dependencia que les afecta, el ver moverse con esa vivacidad a los pequeños, los incomoda y los hace ver aún más sus pérdidas o déficits.

Por otro lado, los pequeños, deseosos de disfrutar de de los abuelos, ya he comentado que no viven las pérdidas del mismo modo que los mayores, les gusta compartir paseos, cumpleaños o acontecimientos con ellos, algo que la silla no les impide, y resulta toda una fiesta. Si son varios se pelean por darles de comer, pasearlos o asistirlos en lo que haga falta y no digo ya si la silla es una silla de motor.



Gran parte de esos abuelos que hoy yacen inmóviles eran los protagonistas indispensables hasta hace nada, abuelos incondicionales que llevaban y traían a los nietos supliendo a cuidadores que sus hijos no podían o querían pagar, mano de obra barata al tiempo que afectiva y segura. Hoy se han cambiado, repentinamente, los roles y estos hijos tienen que hacer un hueco en su agenda para atender a sus padres.





Los nietos han sido el mejor antidepresivo que algunos pacientes recibieron. Recuerdo las nietas mellizas de una paciente que fueron las únicas capaces de sacarle una sonrisa y que eran, al tiempo, la alegría de la planta. También recuerdo a otro paciente que llevaba impresa en sus camisetas la foto de sus nietas, al igual que las de la anterior, mellizas.

Los abuelos, por otro lado, desean incorporarse cuanto antes a sus quehaceres y algunos, los que pueden, como decía una abuela la pasada semana, están deseando prepararles un buen arroz blanco a la cubana.




Dejo aquí la letra de Juan Manuel Serrat por si a alguien le gusta recordar :

A menudo los hijos se nos parecen,
y así nos dan la primera satisfacción;
ésos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su alrededor.

Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, (dicen) que hay que domesticar.

Niño,
deja ya de joder con la pelota.
Niño,
que eso no se dice,
que eso no se hace,
que eso no se toca.

Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
con nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros
cuentos para dormir.

Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada
y en cada canción.

Nada ni nadie puede impedir que sufran,
que las agujas avancen en el reloj,
que decidan por ellos, que se equivoquen,
que crezcan y que un día
nos digan adiós.

13 comentarios:

horacio novello dijo...

Me encantaron los dibujos del "antes y después".
Buenísimo.
Quiero más!

Afrontando la lesión medular dijo...

Gracias, Horacio, no vi tu comentario porque estuve ocupada cambiando el formato. No consigo subir un poco más el último dibujo del abuelo Gabriel.

Me gusta que te guste. ¿son un tesoro de dibujos! ¿verdad que sí?

Unknown dijo...

sas nietas mellizas asturianas que revoloteaban por la planta son un encanto, nos tenían locos a todos !!! Y eran la alegria de su abuela Esther !!! Voy a verlas a finales de este verano que bajan, hay que ganas tengo !!!
Al final hacen con nosotros lo que quieren y no deja de salirnos la sonrisita cuando lo recordamos, es genial que puedan visitarnos porque aportan la vitalidad que necesitamos.
Belisa

Afrontando la lesión medular dijo...

Veo, Belisa, que estrechaste lazos en el Hospital como comenté en mi entrada del blog. Sí, sí, me refería a las nietas de Esther.

Hay una frase de José Martí que dice así : "Los niños son la esperanza del mundo" y siempre me gusta recordarla y usarla cuando viene al caso como ahora.

Manuel dijo...

Jorge Miranda González, con sus pocos años, al revés el 5, la B o la Z, pone flores en la base de su dibujo del "antes", y como un borrón, o sombra, bajo el dibujo del "después": ¡esa esquemática silla de ruedas como una cruz incrustada en el cuerpo del abuelo Pedro!

La adolescente Marta ve lo muy positivo del accidente, que saca al "paralítico" de la parálisis futbolera.

Aitor dibuja detalladamente la silla... y la necesaria pajita para el descafeinado del abuelo .

Sí. Los niños... Para qué repetir lo que todos sabemos de sobra. Pongamos mejor algún ejemplo. Ana, mi nieta de 6 años, también dibuja bastante ilustrando sus cuentos. O los juegos que inventa. Medita mucho los títulos. Por ejemplo (suyo): CUNAS Y MARACAS. Luego a su folio y sus colores para dibujar no sólo cunas y maracas, sino una copia de objetos diminutos con complejas funciones en el juego: si yo no las entiendo ella las desarrolla perfectamente. Otro ejemplo que recuerde ahora, siempre suyo, de bien meditado título - bien dibujado juego luego: ESTRELLAS Y MATRÍCULAS. ¿No tan bueno como CUNAS Y MARACAS? Pues a ver quién los mejora.

Anónimo dijo...

Los niños lo viven todo de manera diferente, pero supongo que influye como lleven sus abulos/as la lesión para que ellos lo vean de una u otra manera.
Es cierto que en el hospital había pacientes que no le gustaban los niños por alli, yo fui una vez con unos padres de un bebe de unos 6 meses y un paciente nos dijo que que haciamos alli con él, que si era para que se le pegase algo.
Es cierto que en ese momento nos quedamos todos un poco raros, pero en realidad, cada uno lo ve a su manera, no es como llevar a un niño a cualquier otro hospital.
Perfectamente los pacientes podrían tener hijos de esas edades y tendrian que verlos no?? además si la entrada está permitida... vamos que yo lo veo positivo, son muchos meses fuera de casa y necesitan el cariño de los suyos.
s

Afrontando la lesión medular dijo...

Tal y como te carazteriza, Manuel, has examinado-escrutado minuciosamente los dibujos y si hay mucho análisis, como bien observas, tras el "antes" y el "después".

Hablaré más despacio de gesto gráfico en los niños.

Afrontando la lesión medular dijo...

Es cierto lo que dices. Alegra mucho la presencia de los niños el Hospital. No se deben mantener al margen. Es importante preparar a los niños acorde a su edad de desarrollo previo a la visita del l.m. (padre, madre, abuelos o cualquiera sea el parentesco). Nunca mentir. Recuerdo un niño al que le contaron que "el papá se había ido de viaje" por evitar decirle la verdad.

Anónimo dijo...

grave error mentir a los niños, es un doble problema, por un lado el descontrol que se sufre ante el accidente, los viajes, etc, y por otro el momento de enfrentarle a la realidad.
Probablemente ellos lo acepten bastante mejor que los mayores.
El otro día hablaba con mi pareja que un niño que tiene relación con alguien en silla de ruedas será bastante más "integrador" y respetuoso que los niños que nunca tengan contacto con lm, aprenderán a tratarles con naturalidad y a incluirles en actividades como a cualquier otra persona.

Anónimo dijo...

s

Afrontando la lesión medular dijo...

Gracias por tu aportación, S, totalmente de acuerdo con lo que dices.

Quien tiene la oportunidad de conocer y sensibilizarse ante estas situaciones tiene ya mucho avanzado en su vida.

Anónimo dijo...

Sabes yo tengo un sobrino de 6 años, un día me estaba alistando para salir y me dio
-¿Tía a donde vas?"
-A ver a mi amigo-conteste
-Así,¿irán al cine?-
-No, dudo mucho que quiera ir al cine-
-¿Por qué no tía?
- Esta enfermo
- ¿Que tiene?
-Tiene una lesión aquí, le señale su columnita, y no puede caminar-
-¿Se curará?
-No no se curará-
Me miro fijamente y me dijo:
-Tía tienes que ir a verlo y abrazarlo mucho, deberías llevarle un caldito de pollo, como el que me hace mi mamá cuando estoy enfermo, veras que se pondrá bien-
Me dio un beso y se fue.
Esas palabras me rompieron el corazón y se lo dije a mi amigo y con eso aprendí que nunca debemos olvidar ser niños!

Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

El comentario tuyo me viene bien para recordar que los l.m. no están enfermos y no debemos de trnsmitir ese mensaje ni siquiera a los niños a pesra de que tu sobrino tuvo una gran sensibilidad para con tu amigo.

Uno de los escritores respondió así a un niño que le preguntó en la calle :

Niño : "Por qué vas en la silla?

L.M. : "Porque soy muy vago y no me gusta andar"

Niño : ¿Cuánto te ha costado la silla?. Yo quiero una como la tuya"

Si, Adry, debemos de aprender de los niños.