sábado, 5 de septiembre de 2015

Comedores si, comedores, no : ¿es terapéutico comer en el comedor?



Hace unos días sacaba Fran a relucir el tema de los comedores en uno de sus comentarios y justo ese día dos personas me hicieron una valoración de los mismos.

En el antiguo Hospital Nacional de Parapléjicos, se insistía incansablemente acerca de lo beneficioso que era para los pacientes comer en el comedor dado las relaciones y lazos que se establecían así como que ello favorecía la exposición progresiva social tras la lesión.

Yo siempre me cuestioné este axioma dado que los comedores siempre me parecieron horrorosos ya que solo unas pocas mesas tenían una posición más o menos digna dado que la mayoría de las plazas estaban orientadas de cara a la pared como si se castigara al lesionado. Otras plazas miraban hacia las cristaleras lo que implicaba, cuando el lesionado tenía una lesión que le impedía comer solo, que todo el mundo lo viera con su babero, exponiéndose a una situación tan dura cuando ocasionalmente se le cae la comida.

A pesar de ello, es cierto que el sentir general de los pacientes era bueno dado que era la hora de desconectar de la dura rehabilitación y entablar relación y bromear y comentar las visicitudes del día.

Cuando se inaugura el Nuevo Hospital, no se piensa en eso que era tan beneficioso y se diseña uno "muy bonito" pero sin comedor. hay que decir que esto probablemente hay sido culpa de la torpe planificación ya que el añorado comedor colectivo para todos los ingresados no estaba previsto en el Plan Directos del Hospital para la I Fase.

A raíz de que un grupo de pacientes se manifestara en favor de los comedores, se habilitan de nuevo algunos de los comedores del edificio antiguo para que acudan aquellos pacientes "independientes", esto es, aquellos que la lesión les permite desplazarse solos y no requerir de asistencia o ayuda en la comida. Pero hay pacientes que por diversas circunstancias (la edad en la mayoría de los casos) no les gusta esta medida que ya no es voluntaria sino impuesta : "o todos o ninguno".

La polémica está servida.

2 comentarios:

Felipe dijo...

Después de ver los resultados de la obligatoriedad que había en el viejo hospital de acudir al comedor creo que jugaba una buena baza en la aceptación de los pacientes a su nueva situación vital. Entiendo la reticencia de los afectados a mostrarse en público con las secuelas de la lesión medular pero también hay que considerar que la lesión medular no es algo que deba avergonzar a los que la sufren.
Por otra parte el esfuerzo de estos pacientes por mejorar su imagen es una buena terapia para ayudarse a mejorar unas hablilidades que le serán muy útiles cuando vuelvan a sus casas.

Afrontando la lesión medular dijo...

Aunque no debe de avergonzar a quien la sufre, los l.m. suelen perder la autoestima en la primera etapa de la rehabilitación y sentirse muy inseguros lo que hace que se replieguen en sí mismos y les cueste exponerse a las miradas ajenas. Además, el ajeno a la lesión a veces intimida al lesionado y a sus familiares con miradas descaradas e inoportunas. A esto ya dediqué algunas entradas en el blog.
Gracias, Felipe.