viernes, 13 de julio de 2012

Humanizar la asistencia

A lo largo del blog he tratado, aunque indirectamente, de la deshumanización de la asistencia sanitaria. Asimismo, algunos lectores han hecho comentarios al respecto, unos con más piedad que otros.

Es evidente que estamos asistiendo a una deshumanzación de la asistencia sanitaria en la que intervienen diversos factores (medicina defensiva, burnout de los profesionales, falta de cualificación profesional, falta de definición del puesto de trabajo y falta de motivación, entre otros.)

Hasta no hace mucho, las personas que elegían la profesion sanitaria lo hacían llevados por el afán de ayudar a curar y hacer el bien. Me pregunto qué está pasando para que la acción de estos profesionales que optaron por formarse en las ciencias de la salud, no esté dando los frutos que serían de esperar ya que los pacientes no se sienten tan satisfechos como en décadas pasadas.

Probablemente, esta deshumanización es el reflejo de la sociedad que nos ha tocado vivir, también defensiva, deshumanizada y materialista.

El giro se ha producido en cuestión de pocos años ya que los pacientes veteranos que vienen a pasar la revisión a nuestro Hospital, que son un fiel termómetro de la calidad de la asistencia prestada, dicen no reconocer al Hospital en el que ingresaran la primera vez.

Antes de que yo iniciara mi andadura profesional en el Hospital Nacional de Parapléjicos, justo hace ahora 23 años, se cuenta que los profesionales se implicaban tanto en la rehabilitación y empatizaban tanto con los pacientes, que los fines de semana solían invitar a alguno a su casa. Se ha pasado, por tanto, de un extremo al otro, yo diría que "ni tanto ni tan calvo", pues se puede ser humano y buen profesional sin necesidad de impicarse hasta ese extremo, pues hay que aprender a separar y desconectar..

Si a esto le sumamos el cambio producido en el perfil del paciente que no sólo trae consigo la lesión medular sino "una maleta llena de problemas" (extranjería, problemas económicos, conflictos familiares y soledad), el profesional, se pone un escudo protector por miedo a que le salpique, lo que hace pensar al paciente que no es importante para el profesional ni la razón de ser de la profesión que eligió.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Siento mucho no estar de acuerdo con esta entrada, quizás mi juventud (que no es tanta) o mi ignorancia sobre el sector me haga pensar lo contrario a lo que comentas en esta entrada.
El personal, cualificado, muy cualificado, que pasa duras pruebas para llegar a realizar una profesión altamente humanizadora, está haciendo muy diligentemente su trabajo, en muchos casos, por encima de esa puntuación objetiva, superan sus capacidades.
El sistema sanitario que tenemos aunque se puede mejorar, podemos decirlo bien alto, ha sido y va a seguir siendo, a pesar de los duros recortes a los que se enfrenta, de las mejores de Europa precisamente por esa sensibilidad particular de nuestra cultura.
No nos olvidemos que hay empresas privadas que se dedican a "captar" enfermeras y auxiliares españolas jóvenes para trabajar en paises como Inglaterra, Alemania, Suiza o Dinamarca. Y las principales razones son su trato con los pacientes.
¿No nos estaremos volviendo demasiado exigentes? Aun sabiendo que su salario dista bastante de la "media" que se estima que cobra un funcionario (unos 1.500 euros), totalmente incierto, sus contrataciones laborales son altamente precarias durante años, nos comportamos al entrar en algun centro sanitario público como si de un hotel de 5* se tratase, siempre sobreexigiendo y protestando, sin embargo vamos a alguna clínica privada y, encima que nos cobran cantidades astronómicas (con respecto a nuestros salarios, claro), podemos llegar a esperar colas interminables sin chistar.
Y esto pasa desde que tengo uso de razón, hace ya bastante tiempo, antaño mi madre me contaba que cuando llevaban a mi hermana a Barraquer (clinica oftalmologica privada con subvenciones públicas) en Barcelona, a los "pobres" (personas con bajos recursos) los recibian por la puerta de atras y en bancos de piedra tenian que sentarse, y eso era ya en "democracia". Y cuidado con lanzar opiniones sobre la deshumanización del sector, porque se toma nota.........y volvemos atras !!!
Los pacientes veteranos, en mi opinion se equivocan y no creo que sean un fiel termómetro, cuanto mas viejo.... ya se sabe, mas protestamos!!! además, siempre esperamos ver las mismas caras y cuando no pasa pues a quejarnos, que eso si que es gratis.
El HNP además supera con creces las espectativas sobre el trato humanitario de cualquier hospital público (porque los privados no llegan a optar por comparaciones).
En mi opinión.
Un saludo. Belisa

Afrontando la lesión medular dijo...

Me gustaría que se volcaran más opiniones para que pudiéramos abrir el debate. muy bien argumentado por tu parte, Belisa, pero sigo discrepando porque he visto el cambio y deteroro a lo largo de los 24 años que llevo trabajando. es verdad que hay muy buenos profesionales pero, como dije en otra entrada, los árboles nos impiden ver el bosque.

Estos días se está levantando un buen alboroto en el Hospital con las medidas que se avecinan. Hay gente que se manifiesta con razó pero otros utilizan las medidas para otras causas. La atención de los pacientes se está viendo muy afectada.

¡Qué culpa tienen los pacientes de lo que está pasando!. Bastante tiene ellos con afrontar su lesión y lo que lespera para tener que ser también comprensivos con las situaciones laborales.

No podemos bajar la guardia en la atención a los que sufren y están tan indefesnsos, nos caiga encima lo que nos caiga.

Estoy segura que cualquiera de ellos se cambiaba por nosotros.

Es verdad que tenemos una de los mejores sistemas sanitarios de Europa y que no cobramos como el resto de profesionales sanitaros europeos. En eso si te doy la razón.

Las medidas adoptadas van a cargarse, me temo, la Sanidad, la Educación y los Servicios Sociales. Lo que pasa es que estábamos disfrutando de un Estado de Bienestar que no nos podíamos permitir.

Anónimo dijo...

Trabajar en la Sanidad, no es como trabajar en cualquier otro gremio, se trabaja con personas, que tienen sentimientos, dolor en muchos casos, y en la mayoria de los lm o enfermos mentales o terminales, indefensión.

A los profesionales que trabajan en Sanidad, creo que como mínimo se les debe exigir eso, trabajar con profesionalidad, y tratar al paciente como se merece, con respeto y con ciertos cuidados.

Me consta que hay muchos que lo hacen, pero si hay gente que se siente como un saco, eso es porque hay profesionales que no realizan bien su trabajo.
Cuando se hacen pruebas, cambios posturales a los pacientes, tenemos que recordar, que tienen sentimientos y aunque no movilidad muchos si tienen sensibilidad y sienten el trato recibido.

En cuanto a la exigencia de los pacientes, las quejas expuestas por Mª Angeles eran al respecto del trato, nadie pedía ninguna habitación privada o postres especiales, por lo que entiendo que no es que sean muy exigentes, es que exigen sus derechos a ser bien tratados por todos y cada uno de los profesionales sanitarios, desde los médicos, hasta los celadores.
Unicamente recordar que los pacientes además de tener las obligaciones que todos conocemos, tienen unos derechos, de los que casi nunca se informa, por los que debemos luchar pacientes y familiares.
S.

Afrontando la lesión medular dijo...

Es otro punto de vista, S, que me alegro que vuelques al blog. Efectivamente, yo me refería al trato y tengo que pensar que esto sucede porque los pacientes se sienten así tratados frecuentemente y no creo que sea sólo suspicacia de ellos.

Deberíamos hacer ejercicios de empatía para poder comprenderlos. La indefensión e impotencia debe ser dura de llevar.

El profesional no puede perder los papeles y enfrentarse al paciente aunque éste se muestre agresivo. Es fácil responder con agresividad a la agresividad. Si un paciente se extralimita en el trato hay un cauce para denunciarlo así como si un profesional se extralimita.

Unknown dijo...

En efecto, trabajar en sanidad no es como trabajar en otros gremios y se debe tener una sensibilidad especial o si se quiere un cierto nivel de empatía para el trabajo amén de un poco de autocrítica.

Sin embargo, no puedo estar totalmente de acuerdo con lo que manifiesta "S" en su comentario cuando dice que no se informa de los derechos y si de las obligaciones.
Que no se informe de forma puntual sobre los derechos admito que puede ocurrir, pero también puede ocurrir la inversa .
Se me ocurren dos preguntas:
¿Estos fallos en la información sobre derechos y obligaciones son algo general o es solo una cuestión puntual?, ¿Es un sentimiento general el considerar que el trato hacia los pacientes es inadecuado o es algo puntual? Quiero aclarar que no estoy diciendo que porque un hecho sea puntual este hecho no deba ser corregido.
En cuanto a lo que dices Mª Angeles sobre el uso de los cauces para denunciar actitudes que se extralimitan en el trato, me da la sensación de que tal vez no se confíe demasiado en los resultados.
Sobre lo que apuntas del cambio que ha experimentado este hospital pues la verdad es que si, en efecto ha habido un cambio posiblemente determinado por bastantes factores sociales y de régimen interno que conduce a que se busque una cierta "asepsia emocional".
Y para terminar, porque si sigo esto iba a ser muy largo, solo quiero decir que, la lucha no creo que deba ser exclusivamente de pacientes y familiares, los profesionales nos tenemos que sentir implicados porque nadie , absolutamente nadie está inmunizado contra la lesión medular, nos puede pasar a cualquiera de los que trabajamos aquí o a cualquiera de nuestros familiares.
J. A.

Afrontando la lesión medular dijo...

Gracias por entrar al blog y compartir posiciones y ayudarnos a la reflexión en la búsqueda de soluciones y en la humanización de la asistencia.

Te me has adelantado a otra entrada de Septiembre próximo en la que trataré el "miedo" de los pacientes a "denunciar" situaciones de trato poco delicado u otro tipo de quejas por miedo a que la tomen con ellos o los traten aún peor.

No quiero que se entienda que es generalizado lo del trato. Hay un contraste demasiado grande y unas diferencias sobre el trato y la sensibilidad entre profesionales incluso dentro del mismo estamento y esto parece inevitable pues las actitudes van unidas al carácter propio de cada cual. Me consta que hay muy buenos profesionales pero, los malos, pesan tanto....... (de ahí la entrada "Los árboles impiden ver el bosque").