sábado, 6 de octubre de 2012

"Papá, te quiero mucho" : Los hijos de los lesionados

Dibujo de Pablo
Al abordar esta tema, conviene señalar que hay niños que nacieron antes de que sus padres contrajeran la lesión, como es el caso de Pablo cuyo dibujo encabeza la entrada, y otros que han nacido después de la adquisisón de la misma.

En el caso de las mujeres, la mujer continúa preservando la capacidad de procreación intacta y puede concebir como cualquier otra mujer independientemente del nivel lesional.

En el caso del varón, las cosas se complican un poco debido a la disfunción eyaculatoria, secundaria a la lesión, aunque siempre hay excepciones y algún l.m.ha sido capaz de eyacular (sin ayuda de técnica alguna) en el contexto de una relación coital y dejar embarazada a la pareja.

De todos modos, en los últimos veinte años, ha habido una revolución en el campo de la fertilidad que ha favorecido la paternidad en los lesionados medulares bajo diversas técnicas de inseminación y fecundación in vitro que suelen generar como resultado embarazos múltiples (mellizos o trillizos). Esto no sólo es aplicable a la población de l.m.sino , cada vez más, a la población en general debido a múltiples factores que han incrementado las tasas de infertilidad.

Tras esta introducción, me gustaría centrarme en el hecho de cómo perciben los niños la situación de diversidad de sus progenitores. Ya he comentado a lo largo del blog algunas respuestas o actitudes de los niños en función del momento del ciclo vital en que se encuentran cuando sus padres contraen la lesión (infancia o adolescencia), o del vínculo que, previamente, tenían con el lesionado (hijo, nieto, hermano,).

El protagonista de la entrada de hoy es un hijo que en el momento que su padre contrajo la lesión, quedando parapléjico, tenía ocho meses. A pesar de ello y considerándose el hijo mayor (tras la lesión nacieron otros dos hermanos), lo concibe como necesitado de protección y le expresa su compromiso de "cuidar de él".

A pesar de que su padre es muy autosuficiente, la condición de parapléjico genera en el hijo unos sentimientos de ternura y "compasión" que el lleva a manifestar emitiendo frases como : " Cuando te ayudo, te pones muy contento y yo, encantado de ayudarte"; "Cuando te veo, aunque estés en silla por el accidente, siempre me ilusiono".

Este dibujo requiere un análisis más detallado pero esto será objeto de otra publicación.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es interesante tocar este tema, a veces cuando me pongo a pensar en mi amigo, me doy cuenta de que tal vez el no pueda tener hijos, sin embargo, tampoco se como hubiera reaccionado al tenerlos. Como has descrito en otras entradas, serian una muy buena razón para echarse adelante.

Tampoco se si quiera tener hijos pero si llegará a tenerlos es bueno saber como los niños no tienen prejuicios.

Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

El paciente del que te hablaba en el comentario de la entrada anterior, tiene dos hijos que tenían 10 y 18 años respectivamente cuando el quedó parapléjico y reaccionaron muy bien y el hecho de que su padre contrajera la lesión les hizo madurar y aprender los verdaderos valores para andar por la vida. Lo último que han hecho es preparar un viaje para hacer con su padre y su madre adaptado a la situación de diversidad de su padre y eso que la orografía del terreno era de difícil acceso. Hoy tienen 18 y 26 años. Ahora está recogiendo los frutos que sembró y quién sabe si no son más felices que antes de la lesión. El ha tardado en descubrir el valor de la familia pues antes estaba volcado casi por completo en el trabajo.