Es evidente que hay un antes y un después de la lesión pero como hay un antes y un después de cualquier acontecimiento que nos sucede en la vida (divorcio, paro, viudedad, enfermedad, etc) un antes y después al pasar de una etapa a otra del ciclo vital (infancia, pubertad, adolescencia, vida adulta, climaterio). Por ello, no debemos destacar tanto esos dos instantes, el antes y el después, al contraer la lesión, a pesar de que ésta sea uno de los acontecimientos más estresantes en la vida de quien la padece.
La personas que han contraído una lesión medular no suelen olvidar la fecha en la que quedaron para o tetrapléjicos, es más, suelen señalar el día con exactitud y cronometrar el tiempo transcurrido incluyendo los meses y los días. Asimismo, muchos refieren que volvieron a nacer y hablan de sus "dos vidas" celebrando, incluso, dos cumpleaños (ver última entrada del blog de Horacio Novello : "Mi primer año del resto de mi vida" en la que se lo ve celebrando con una tarta ese su primer cumpleaños tras la lesión).
Hay quien considera que hay que "partir de cero" pero ¿cómo partir de cero olvidando toda la trayectoria vital previa?. Uno es quien es independientemente de los avatares que acontezcan en su vida. No sólo no hay que olvidar lo de antes sino que la formación, el conocimiento, los apoyos y redes sociales son necesarios para recorrer ese otro camino, son las señas de identidad.
Hay quien solo hace un paréntesis en su vida laboral, de formación, familiar o social y lo retoma al alta. Otros, sin embargo, tienen que "desmontar" por completo su vida y hacer un cambio radical. En principio es lógico pensar que es más difícil la adaptación para una persona que tiene que cambiar casi todo pero uno se lleva sorpresas cuando ve la plasticidad de algunos lesionados medulares para incorporar este cambio. Valga como ejemplo el de un paciente agricultor-ganadero que se presentó al examen de acceso a la Universidad para mayores de veinticinco años y está ya a punto de obtener el Grado en Derecho.
Esta semana, me comentaba una paciente, que hizo la carrera de Farmacia después de sufrir su lesión medular, que, paradójicamente, era la única de sus amigos que tenía trabajo y eso que estamos en crisis y que tiene doble handicap : ser mujer y con diversidad funcional.
5 comentarios:
Independientemente de una lesión medular a todos nos afecta la primer ley de Newton. Tenemos una tendencia innata a quedarnos quietos. A no cambiar. A no modificar nuestra cultura. Aprendemos lo que la vida nos enseña de forma lenta a medida que vamos creciendo y a veces crecemos más deprisa de lo que aprendemos.
Conozco una chica joven de mi pueblo que cuando le pregunté qué quería hacer de su vida, ya que era muy joven, me comentó que no sabía muy bien el significado de la pregunta. Ya estaba casada, me contaba. Tenía un hijo y junto a su marido habían encontrado un piso y una hipoteca para poder comprarlo. Su vida no iba mal, me decía. Trabajaba como administrativa en una empresa del pueblo. Quizá su problema era que su marido de vez en cuando se iba con sus amigos y que ella no debía saber (pero sí lo sabía) que esas escapadas algunas veces eran a algún club para encontrarse con alguna prostituta. Ella lo soportaba. Era una pequeña molestia sin ser insoportable.
Cuando le preguntaba por la felicidad y por lo que le gustaría hacer ella me comentaba que con mucha fe y esperanza todas las semanas jugaba a la primitiva.
La chica tenía 23 y su marido 26 años.
No podemos dejar que la vida nos pase por encima. Ni siquiera que nos pase de lado. Menos que pase tan lejos que no podamos aferrarnos a nada y nos quedemos esperando otro tren en la estación.
No creo que la solución sea la misma para todos. Pero creo que nos tenemos que replantear TODAS nuestras cosas en la medida que no seamos felices y podamos estar orgullosos de lo que hacemos y lo que vivimos.
Un árbol tiene muchas ramas y no son precisamente muy rectas. Crecen a la derecha, giran a la izquierda, suben, bajan. Pero siempre, siempre el conjunto de ramas del árbol crece y su objetivo es el sol. Los árboles crecen hacia el sol.
Nosotros no somos árboles. Ni siquiera somos plantas. Tenemos la posibilidad de elegir qué queremos y cómo lo queremos. Podemos escoger cómo queremos salir de la chatura. Los caminos son infinitos y nuestros. Eso sí, no es fácil. Requiere esfuerzo, constancia y hasta a veces es doloroso. Más cuando la realidad del país y la sociedad no nos ayuda.
Pero no es imposible. Animate a hacerlo. Tengas o no tengas una lesión medular.
Comenzar de nuevo y contar conmigo,
va a valer la pena haber amanecido,
haberme rebelado, haberme defendido,
haberme desangrado y haber sobrevivido.
Haber roto el silencio, haberme desprendido,
haber girado el rumbo, haberme socorrido.
Comenzar de nuevo, y contar conmigo,
va a valer la pena haber amanecido,
sin sentir tus garras siempre tan seguras,
sin ver tu fantasma, sin ser tu moldura,
sin tus emboscadas, sin que me fascines,
sin encrucijadas, sin que me domines.
Comenzar de nuevo y contar conmigo,
va a valer la pena haber amanecido,
verte en la distancia lejos de mi vida,
ver que la esperanza llenará mi herida,
sin sentir tus garras, sin que me fascines
sin ver tu fantasma, sin que me domines.
Comenzar de nuevo y contar conmigo,
va a valer la pena dejarte en el olvido.
Comenzar de nuevo.
"Começar de novo" - Ivan Lins
Los cambios siempre son difíciles, mas cuando nos acostumbramos a una rutina, ese no era mi caso, mi vida ha sido un conjunto de cambios, novedades casi diarias, actividades, y ahora estoy afrontando la rutina, que para mi es "mi cambio", me adapto a la vida de mi familia, los deberes de mi hija, quedarme en casa, a la rutina de la que no disfruté antes de mi enfermedad. Me cuesta, no puedo evitar hacer planes continuamente, a veces ahogo a mi madre que aguanta mis inquietudes. Pero aun asi, y siendo consciente de ello, trato de adaptarme y sobre todo DISFRUTAR del cambio. LO RECOMIENDO. GRACIAS MªANGELES.
¡Qué añadir a lo que ya has expresado tan bien, Horacio!. Es cierto lo que dices, la vida solo pasa una vez aunque algunos l.m. y otras personas que salieron de un coma o situaciones no esperadas, la celebren como una nueva vida.
No hay que perder ese tren. Estoy contigo en que hay infinitos caminos, solo hay que estar atentos para verlos. También se que para algunos la vida es más dura e injusta que para otros.
Estoy acostumbrada a escuchar que la l.m.es lo peor que le puede pasar a uno pero no es cierto. Lo peor SIEMPRE, la muerte y, en segundo lugar, no tener la capacidad o sensibilidad para aprovechar lo que la vida nos ofrece.
Siguiendo al poeta, hay que recomenzar cada día y es innegable que ver amanecer es lo mejor que nos puede pasar.
¡Cuánto nos habríamos perdido, si tú no hubieras sobrevivido!
Gracias por estar tan vivo.
La rutina parece algo malo porque siempre la entendemos en sentido peyorativo pero la rutina es necesaria, da paz y serenidad interior.
Admiro tu capacidad de adaptación y de descubrir o disfrutar de lo que antes no disfrutabas. Esas cosas sencillas que nos pasan de largo y son tan importantes : la tarea de los hijos, sus pequeños problemas, el calor de los que te quieren, el calor del hogar, esa CASA que tanta gente no disfruta porque la usa como dormitorio.
Me ha gustado la expresión que has usado en relación con tu madre :"A veces la ahogo". Pues sí, es que sois muy axfisiantes y absorbentes. Ese tema se trató en la Tarapia de Grupo del pasado lunes y TODOS, varones todos sus componentes, reconocían tratar mal a su familia y querer ser el centro de atención.
No se tu identidad pero entiendo que contrajiste una lesión pero no estás enfermo así que no uses esa expresión : "antes de mi enfermedad", pues me temo que si te vives como enfermo, no podrás sacarle a la vida todo su provecho y aún te quedan años por vivir.
La mayoría de las personas con las que trato no paraban quietas antes de la lesión y es duro un cambio tan radical, ya lo creo, pero hay infinitos caminos, como dice Horacio en el comentario anterior.
Gracias a tí.
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