martes, 22 de enero de 2013

Un antes y un después : Algo más que un rostro

Ramón Arzola
"Centrarse no en lo que has perdido, sino en lo que te queda por vivir"

La frase que precede es la que encabeza el Testimonio de Ramón Arzola (ver pag. 160 de "Afrontando la Lesión Medular"). Arquitecto de profesión, sufrió un accidente de moto hace cinco años que pegó un giro a su vida aunque ello no ha quitado para mantener mente y cuerpo activos. En estos años ha realizado un Máster en Urbanismo y Gestión de la ciudad lo que le ha ayudado a no desligarse de su profesión.

Hoy nos cuenta en primera persona su "antes y después" en esta colaboración que titula : "Un día como otro cualquiera" que comparte con todos los seguidores del blog.

Un día como otro otro cualquiera.


"... cuando me despierto por la mañana, normalmente temprano, me levanto de la cama de un salto, por si ya es tarde, me voy rápido al baño, me doy una ducha, tomo un buen desayuno para prepararme para una nueva jornada laboral, que siempre se aligera por lo satisfactorio que resulta trabajar con los que fueron compañeros de estudios y amigos y que en este momento son además compañeros de trabajo, lo que viene a ser, tener una gran y duradera familia en el trabajo, que para alguien que vive y trabaja fuera de su isla y casa, en mi caso Tenerife, resulta muy agradable. Los mejores días en el trabajo son los viernes, terminamos a las dos y nos vamos juntos un grupo de casi diez personas, a veces más, a comer y luego seguimos la mayoría toda la tarde en un continuo de risas y charla, y que muchas veces termina cuando cae la noche en la terraza de la cafetería donde pasamos la mayoría de las tardes de los viernes y es cuando toca irse a casa porque al día siguiente quieres salir con el grupo de bicicleta, temprano, para no perder las costumbres, que allá por los tiempos cuando estaba en el instituto de bachillerato, adopté como propias, de salir varias veces a la semana a dar pedales, por lo que es necesario irse temprano a la cama, para poder tener bonitos sueños ..." , entonces es cuando oigo la voz de mi madre, por segunda o tercera vez, diciéndome que se me hace tarde para ir al gimnasio, y aún en la cama pero ya sin imaginar que sueño, dejo de pensar en lo que eran antes cualquiera de los viernes tarde y sábados por la mañana, de mi anterior vida, que tan sólo hace 5 años que no la vivo pero parece una eternidad, tan lejana que algunas cosas ya ni las recuerdo, pero lo real en todo esto es que esta que vivo ahora, también es mi vida, aunque muchas veces me gustaría que no lo fuera y que todo volviera a ser como antes, pero como sabemos no va a ocurrir, me levanto y me ducho igual que antes, esta vez con mayor lentitud y dificultad, pero se hace, tu cuerpo es una máquina y se acostumbra y se adapta a casi todas las dificultades, tardes más o tardes menos, al final, si no pierdes la constancia, lo logras, se acostumbra a todo, después continúo organizando la mochila del gimnasio, ahora toca pensar en como está el cuerpo y me pregunto cosas como: ¿me duele el brazo, el hombro?, ¿las piernas me darán para hacer bicicleta (estática horizontal, en mi caso)?,¿nadaré?, etc., según las respuestas que me va dando, voy metiendo esto o lo otro en la mochila, termino y me voy, casi a mi segunda casa, el gimnasio, donde paso bastantes horas mejorando, o mejor dicho, no perdiendo la forma que alcanzo en los períodos de rehabilitación, en uno de ellos me encuentro inmerso ahora mismo. El resto del día prosigue lentamente, casi como yo, menos mal, porque si fuese rápido se me escaparía, jajaja, me organizo si tengo algo que hacer al día siguiente, envío algún correo, de vez en cuando quedo con los amigos, comemos y nos pasamos la tarde charlando de la crisis, y de lo bien que lo hacen nuestros políticos, lo que viene siendo últimamente, practicar el deporte nacional. Y así prosiguen los días su incesante goteo, llenado nuestra copa de la vida, que esperamos que tarde mucho en llenarse".

Creo que muchos de los l.m. que nos lean compartirán con Ramón muchas sensaciones, sueños, así como la actividad principal que algunos realizan como es el día a día de mantenerse en forma y asistir al gimnasio y la formación que me consta que es un área que, con posterioridad, mantiene a muchos l.m. activos (Derecho, Empresas, Psicología, Trabajo Social, entre otras).

El cambio en su vida entiendo que ha sido considerable ya que dejó de practicar su profesión y regresó al domicilio familiar, cambio que no parece fácil pero al que él se ha adaptado con gran deportividad. Le deseo, como bien dice, que aún tarde mucho en llenarse la copa de su vida.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por compartir esta experiencia.

Algunas frases leídas en el libro se me quedaron grabadas, incluso tome nota de ellas, en el caso de Ramón se me quedo muy grabada la frase "La mayoría de las veces son autolimitaciones que te perjudican" sin duda, muchas veces aun no siendo lesionados, nos autolimitamos y entonces no intentamos realizar cosas.
Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

Me alegra comprobar. una vez más, que las experiencias del Libro sirven no sólo para personas con l.m. Además, creo que ya comenté en alguna ocasión que, incluso, a algunos Escritores, lesionados veteranos, les fueron de utilidad las experiencias de los otros.

Gracias de nuevo, Ramón, por tus palabras de antes y de ahora.

Betty dijo...

Estoy segura que hay un montón de seguidores silenciosos que opinan lo mismo. Es estupendo que hables de los protagonistas del libro.
Son un ejemplo de lucha, por eso pueden sentirse orgullosos. son el claro ejemplo de lo que explicaba aquel vídeo sobre salir de la zona de confort. Al l.m. la vida le quita de un plumazo su zona de confort.Imagino el primer paso, en su caso, "la primera vuelta de rueda", donde el vértigo ante el precipicio que deben afrontar es impresionante y aun así siguen adelante. y por supuesto que nos sirven de ayuda a todos.

Afrontando la lesión medular dijo...

Ya lo creo, Betty, que salen "a la fuerza" de su zona de confort.

La salida del Hospital, el Alta, es un auténtico precipicio, no te quepa la menor duda. Por ello la trabajamos desde el principio pero algunos l.m.se aferran al Hospital "Burbuja", "Mundo Feliz" o "Útero Materno", y no hay quien consiga que salgan (ni familiares ni profesionales) hasta el día del alta.

Es un reto enorme la vida de después.Son, verdaderamente, valientes.

Ser un ejemplo para otros, los fortalece y da sentido a sus vidas, por eso les propuse el ejercicio de escribir sobre sus experiencias.

Unknown dijo...

Bueno,
Comparto la sensacion extraña de despertarte, yo digo....para hacer que ?? parece que si no tienes un trabajo remunerado, no eres productivo y en parte me siento mal, sobre todo cuando algun comentario (sin mala intencion) se escucha,...."claro...como tienes ya la vida resuelta"

Son cambios que sin duda nadie quiere en su vida pero que cuando te tocan (se dice igual que cuando toca la loteria), pues debes afrontarlo y se puede hacer olvidandolo todo y empezar una vida completamente diferente, o complementando lo mejor de una nueva vida con lo mejor de la anterior, y yo estoy en esa fase, lo quiero TODO, pero todo lo bueno !!!
Besos
Belisa

Afrontando la lesión medular dijo...

Tú; Belisa, al igual que Emilio y que tantos, has sido capaz de adaptarte y tomar las riendas de tu vida.

No se cómo la gente se atreve a hacer ese tipo de comentarios tan gratuítos y dañiños : ¿Cambiarían sus vidas por las vuestras tras la lesión por tener "la vida resuelta"?. ¡Qué disparate, la vida "resuelta". ¿No preferíais Ramón, tú y tantos, volver a atrás aunque fuese con menos dinero?. El dinero ayuda pero no resuelve la vida. Reconducir la vida después de una lesión medular, no es tarea fácil aunque muchos lo hagáis admirablemente.

Ramón L. dijo...

Lo de la vida "resulta" es un comentario cruel, que suele hacer mucha gente, supongo nace del desconocimiento de lo que conlleva ser l.m., y por supuesto que, seguramente, el total de los l.m. lo cambiarían todo por volver como estábamos.
Pensar que tienes "resuelta" la vida según el echo de tener o no tener dinero, dice mucho de lo vacía que la podemos llegar a tener, en la vida hay que luchar por algo más que por tenerla "resulta", la vida es algo más, ahí están: los amigos, la familia, la risa, las lagrimas,... un sinfín de cosas por las que vivir para las que no hace falta tener sino ganas de vivir. Saludos a tod@s.

Afrontando la lesión medular dijo...

En una sociedad tan materialisat y consumista la felicidad parece que se asienta en el afán de poseer.

Estoy de acuerdo contigo que la magia de la vida está en la búsqueda continua y no en que todo esté tan "resuelto" que ya no haya nada por lo que luchar.

Tener razones para seguir viviendo y gente a quien querer y que le quiera a uno es lo que nos mueve a todos con o sin lesión.