viernes, 12 de junio de 2015

El Jardín

El Jardín : Antonio Miró
Cuando vi este Jardín de Antonio Miró no puede remediar pensar en el Jardín el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo con sus gansos y con sus pajarillos, con su gatos y con sus gentes.

Suele seguir siendo el lugar preferido de los nuevos que aterrizan, ya sean pacientes o familiares, cuando ya se han familiarizado con las sillas, las camillas, y la lesión medular.

La semana pasada nos contaba un paciente en la Sesión del Grupo de Mayores que tuvo que meterse en el Hospital porque no soportaba ver andar a la gente. La calle, lo cotidiano, se le hacía aún muy duro. El entró para una banalidad a su hospital y salió parapléjico. Aún está estancado en la rabia, la impotencia y el sentimiento de injusticia.

Es cierto que cuando uno está sumido en un dolor profundo no soporta el ambientillo del Jardín :

- familiares echando una partidita
- pacientes "echándose una cervecita"
- mujeres con sus agujas y gancho entre labor y labor
- despedidas más o menos multitudinarias
- actuaciones
- demostraciones de sillas ligeras y/o vehículos adaptados
- handcycling revoloteando alegremente
- gansos con su andar "patoso"

Ayer por la mañana, al salir del trabajo, mientras esperaba en el coche, tomaba distancia y observaba la actividad del Jardín. El día había quedado precioso tras la lluvia y, a pesar de la obra del aparcamiento que nos ha dejado el paisaje como si de un pueblo del Oeste se tratase por el polvo que levantan escavadoras y apisonadoras, corría una buena brisa. Me gustó ver como un paciente a mi cargo se reía y disfrutaba de los niños que correteaban a su alrededor. Es difícil que los niños no nos alegren el día. Hace poco ese paciente no quería vivir. Por un momento quedó solo en el Jardín mientras la chica que lo acompañaba se alejó para ir al quiosco. Observé la fragilidad del ser humano y su indefensión atrapado en un cuerpo que no mueve y en una silla que aún no puede propulsar. De fondo Radio Clásica como cada día. Es lo primero que hago cuando salgo del trabajo tras una larga jornada laboral.

Otro día os contaré más historias del Jardín.

Os dejo los enlaces que he dedicado al Jardín :

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2013/04/el-jardin-del-hospital.html

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2013/03/la-chica-del-jardin.html

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2013/04/arboles-y-plantas-singulares-del-jardin.html

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2013/04/betty-en-el-jardin-la-magia-del-quince.html

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2013/04/misterios-del-jardin-el-secreto-del.html

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2013/06/las-flores-del-jardin.html

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2013/11/el-jardin-del-consuelo.html

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2013/11/el-gorrioncillo-del-jardin.html

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2015/02/blablagarden.html

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2015/01/otro-observatorio-privilegiado.html






7 comentarios:

Sonriman dijo...

Buenas tardes, casi noches."El JARDÍN".
Bello lugar, donde se trasmiten muchas cosas. Pero sí es cierto (Como opinión de un lesionado medular). Que en un principio , yo al llegar ni me percate prácticamente de el, y posteriormente , hasta que fui sacado del coma inducido, tampoco nada, pero ya pasados unos cuantos días logre `poder ver desde la cama este llamativo lugar, poblado de todas esas cosas que tú has dicho. En un principio es un lugar que aunque esta cerca, lo ves lejos y en mi forma de expresión, SUEÑAS con poder estar rodeado de el. Pero no llega , hasta que en un tiempo, logras poder sentarte en una silla de ruedas y con ayuda te desplazan a este inmenso lugar.
Yo , mi sensación fue el despertar y poder oír , aún con mis problemas de audición, poder sentir , notar una variedad inmensa de situaciones, eres uno más que está allí y si te paras y lo piensas , no estas solo, estas TÚ CONTIGO MISMO, y muchos más seres humanos.
Si es cierto que puede ser un poco incomodo ver a los demás de pie , caminando. Pero yo eso no me fije.
Notaba una sensación de agrado, compañía, empuje que me hizo tirar hacia adelante, respirando con dificultad pero notando el aroma de los arboles, viendo los arboles y los animales que por allí viven y transitan.
Todo un conjunto de luz, color.
Hay muchas cosas que en ese momento no puedes hacer, pero con tiempo quien sabe, lo que puedas realizar no dudes en hacerlo e intentarlo , tal vez como a mí te llevaras una grata sorpresa.
Que poco a poco algo volverá, y aunque no sea igual te va a motivar.
Una inmensa Sonrisa a todos.

La Chica del Jardín dijo...

El JARDÍN...

Aún hoy tengo muchas imágenes de ese bello lugar, mis momentos en soledad, leyendo, escribiendo, reflexionando... Pasé horás y horas en el JARDÍN, de ahí que me pusieran el seudónimo que utilizo...

Los recuerdo se agolpan en mi memoria al pensar en ese jardín, momentos de paz y armonía, que quizás hicieron que me mimetizra con el espacio y ser parte de él. Momentos cargados de energía, sola, con Paloma, Mamisol,... y un montón de nuevos amigos encontrados en el Hospital: Hortensia, Felipe, Beatriz, Angelines,Juani,... y muchos profesionales con los que acabé formando piña... ¡Qué lujo! Ya quisieran otros hospitales disponer de ese entorno...

No puedo olvidarme de Marín, cuando bajaba se entremezclaba con todos nosostros, Charo, su madre, ingresada, con la que disfrutamos muchas tardes de nuestra estancia toledana. Rubén, que siempre amenizaba los tiempos muertos de la siesta, con sus chascarrillos, monólogos...

En un principio, estás o quieres estar solitario, inmerso en tus pensamientos, pero poco después... siempre hay gente a tu alrededor, los tiempos de soledad disminuyen e incluso desaparecen, disfrutas del JARDÍN en su plenitud...

Los pacientes tardan en poder salir al Jardín y disfrutar del Sol, los Arboles, los GORRIONES... y como no, de los GANSOS paseando a su libre albedrío

Nunca olvidaré cuando Manuel se encontró con la luz, el aire, las hojas de los arboles... Así como tampoco puedo olvidar la visita de Betty, ¡qué espléndidas estabamos en la foto que alguien nos hizo!

Recuerdo el día en que llegamos a Toledo como si fuera hoy mismo, cargados de optimismo por sacar a Manuel adelante... Un sueño hecho realidad...

El jardín conoce nuestras vidas mejor que nadie, siempre está aunque no le necesites, siempre hay un Olivo solitario con quién reflexionar sobre lo que está cambiando tu vida, una palabra amable de algún familiar o paciente o profesional, un pajarillo que se acerca a darte consuelo...

No dejeis que el JARDÍN DEL HOSPITAL desaparezca...

Besos ARCO IRIS CON SABOR A NATURALEZA TOLEDANA

Felipe dijo...

El jardín, el gimnasio....... Y mucho más. Y sin embargo son el jardín y el gimnasio los que dejan más huella en los lesionados y en los familiares. El hospital es un mundo de celadores, enfermeros, médicos, psicólogos, psiquiatras, mecánicos, físios, restauradores.... que se valen de sus conocimientos para hacer posible la recuperación que parece imposible a primera vista.
El jardín que hoy nos ocupa es la primera salida al mundo exterior de los lesionados y el lugar de espera preferido para los familiares durante los interminables días, semanas o meses que suele durar la estancia de un lesionado en el hospital. El jardín es también el regulador de los tiempos para las visitas y y el lugar de recreo para familiares y enfermos en sus ratos libres.
Los jardines, tanto en el hospital como fuera de el, siempre suelen servir de solaz a quienes lo visitan. Deberían ser obligatorios en todos los centros hospitalarios.
Yo he tenido la fortuna de poder disfrutar de un jardín después de la larga y terrible estancia en Toledo y encuentro consuelo trabajando en él. El trabajo siempre me ha servido para huir de las preocupaciones y el del jardín me compensa además devolviendome belleza.
Un abrazo malagueño.

Afrontando la lesión medular dijo...

No me extraña que empieces siendo tu quien comente, Manuel, pues creo que has sido el paciente más fotografiado en el Jardín. recuerdo muy bien tus sensaciones a las que dediqué una Entrada y la imagen dando de comer al gorrioncillo del Jardín a la que dediqué otra.

Gracias por recordarme las cosas buenas que ese Jardín y la vida misma tienen.

Afrontando la lesión medular dijo...

¡Cuantos recuerdos, cuántas vivencias! Has fotografiado de mil modos el Jardín. Fuiste nuestra mejor reportera contu super móvil-cámara y con tu sensibilidad. pasaste junto a Manuel y junto a nosotros y tantos pacientes y familiares que mencionas "Cuatro estaciones" que te valió una Entrada. Son varias las Entradas que protagonizas empezando por la primera "La Chica del Jardín" que, como bien dices, te valió de pseudónimo. Aún recuerdo cómo algunos intentaban adivinar, en vano, quién era esa Misteriosa Chica. También dediqué otra Entrada a esa visita que mencionas, la de Betty "Betty en el Jardín". Luego intentaré dejar el enlace a todas esas entradas que tiene el Jardín, incluída la de Rubén y el Quiosco " Un eslabón olvidado" que tuvo una muy buena acogida.

Os dejábais sentir Manuel y tú por vuestra alegría y sonrisa y por esas camisetas que os carazterizan.

Gracias, una vez más. ¡Ah! Yo también espero no dejar de ver el Jardín aunque----¡nunca se sabe!.

Afrontando la lesión medular dijo...

Totalmente de acuerdo, Felipe :El Jardín y el Gimnasio son las dos grandes fuentes de vida del Hospital.

Nuestro invitado de ayer (al que dedico el Post de hoy) hizo su rehabilitación en La Paz(Madrid), rodeado de coches y barreras. Todos los hospitales deberían de cuidar su entorno para favorecer la recuperación de sus pacientes.

A mí, como a tí, me relajan los jardines y las plantas y no sólo verlas sino mancharme las manos, trasplantar, podar, regar y leer y escribir a la sombra de mi encina.

Afrontando la lesión medular dijo...

Acabo de colgar los enlaces de las Entradas que dediqué al Jardín por si alguien quiere acceder a ellas de manera más accesible.