martes, 21 de mayo de 2013

Mientras la ciudad duerme

¡Qué espectáculo y belleza de sonidos, mientras la ciudad duerme!. Son las 6.25. a.m. . Es llamativo el silencio imperante. Es increíble este momento mágico en ausencia de ruídos metálicos y olor a gasolina. No se oye aún un solo coche. Me pregunto qué sería de nuestra civilización sin ellos. El silencio solo es roto por un concierto de mirlos


y ya, al final, por ese maravilloso despertar de campanas
que  tocan a misa de 6.30 . Durará poco este instante que será interrumpido por sonidos ensordecedores de autobuses, coches, camiones cisternas, barrenderos con sus artilugios soplahojas, camiones de recogida de reciclado, entre otros.

Llego al Hospital y continúan los ruídos de los sitemas de aireación obsoletos que nos echan frío o calor sin piedad y sin previo aviso, los sistemas informáticos a los que obligatoriamente nos conectamos nada más llegar y que, en caso de parada, hace unos días sucedió, entramos en pánico como si nuestro trabajo con el paciente ya no se pudiera hacer de otro modo, como si hubiéramos olvidado la importancia de la empatía, de la escucha activa, como si nos hubiérmanos olvidado de mirar al paciente.

Me pregunto si somos conscientes de lo que nos envuelve . Vamos a cien por hora, con una apretada agenda. Este era también el estilo de cada uno de los l.m. hasta el momento en el que la lesión les paró el reloj y les cerró la agenda. Tuvo que acontecer un evento así para darse cuenta de que nadie es imprescindible y que la vida sigue aunque nosotros no sigamos y que muchas de las cosas que pensamos que no podemos dejar de hacer, si pueden dejarse de hacer.

Es el momento de repensarnos, de recomenzar. Invito a los seguidores lesionados o no, ingresados o de alta, familiares o amigos, seguidores activos o silenciosos, a compartir sus reflexiones al despertar.

Dejo el enlace de "Mediterráneo" de J.M. Serrat:



Dejo, asimismo, este enlace "Sonidos de la naturaleza" que creo que os gustará. http://www.elmundo.es/especiales/2008/05/ciencia/sonido_naturaleza/archivo.html


10 comentarios:

Mamisol dijo...

Una vez más, ¡cuanta razón tienes!.

Vamos por la vida haciendo ruido y sin darnos cuenta del ruido. No sabemos escuchar el silencio ni apreciar, en muchas ocasiones, los momentos más sencillos, hasta que una mala jugada de la vida te hace volver a la sencillez, a los momentos compartidos, aunque sea durante un pequeño periodo de tiempo, ya que pasado esos momentos de impacto, volvemos a nuestra realidad, a nuestro agobio, a trabajar, a…

Preguntas por las reflexiones que nos hacemos al despertar; no había reflexionado sobre eso y al hacerlo, descubro que no es el dar gracias por un nuevo día, si no en todas las cosas que tengo que hacer. Para mí la ducha es el momento dónde pienso todo lo que tengo pendiente, cómo hacerlo, etc.
Volvemos a lo de siempre, las banalidades... Saber distinguir lo urgente de lo importante. Tomar un café con un amigo, pasear sin nada más que disfrutar del paseo, leer...

Besos

Felipe dijo...

El mirlo en la rama me ha hecho evocar mis salidas a trabajar desde Nerja, cuando mi gente había terminado el curso y yo no tenía aún mis vacaciones.
Cuando salía precipitadamente de casa, con el tiempo justo y 60 kilómetros de viaje, clareaba el día y un mirlo cantaba melodiosa e insistentemente, y su canto me paraba sólo un momento. Después la carretera, el tráfico, las prisas, el trabajo, el cansancio y la vuelta a casa.
De esos días sólo recuerdo, con verdadero deleite, el minuto en que me detenía a escuchar al mirlo y a ver despuntar el sol, emergiendo del mar.
Un abrazo para mi nueva gente de Toledo.

Anónimo dijo...

Cada mañana quien me despierta es la bomba del agua, la pone mi vecina que por edad casi no duerme, a las 6.30 inicia el canto de los pajaritos de mi vecina y es hora de levantarse. Y hay ruidos de camiones y autos y todo el día son ruidos poco agradables. El trabajo hay ruido, voces, ventiladores, música que pone mu vecino de lugar.
Por la noche inicia el canto de un grillo, es mi compañia aunque a veces no me deja dormir. Pero creo que no había reflexionado en lo rápido que vivo a veces no tengo tiempo de disfrutar una película o un café. El único tiempo que me tomo y me ayuda a reflexionar es cuando hago rompecabezas, porque la mente se relaja y puedo pensar y disfrutar todo. Bien por recordarme lo importante de reflexionar.
Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

Observo, Mamisol, en los tres comentarios que se han dejado hasta este momento en el que respondo, que no éres la única que va deprisa y vive rodeada de ruido. Los tres habéis coincidido en lo deprisa que vivimos. Parece que hiciéramos las cosas como autómatas. Ya que hay que hacer las cosas,...¿no será mejor tomar consciencia y disfrutar de ellas?.

Creo que en la ducha no debías de estar pensando en todo lo que te queda por delante el resto del día por hacer sino en saborear ese agua tibia que resbala por toda tu piel y relajarte. Esa ducha es la antesala de tu día y debe prepararte para que sea un buen día, como decía la canción de J.M. Serrat ¿recuerdas? : "Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así, aprovecharlo sin que pase de largo, depende, en parte de tí.....".

Creo que la Terapia a la que hacía referencia hace unos días : "Mindfulness", te sería de gran ayuda para enfocar el día de un modo más satisfactorio. Ya sabes : "Mindfulness" es, traducido al español : "Atención plena"

Afrontando la lesión medular dijo...

No se si me alegro de haberte traído esos recuerdos, felipe, porque veo que era costoso para tí ir a trabajar mientras los demás disfrutanab deldescanso. de nuevo, te ha venido a la menta el trabajo y la obligación.

Aún así, aquélla etapa te ha traído a la memoria dos cosas inovildables : Los amaneceres y el canto del mirlo y has sido capaz de transportarme a mí a ese amanecer mediterráneo e, inevitablemente, me has llevado, nuevamente, a la canción de Serrat : Mediterráneo". ¡Qué le vas a hacer si tú, naciste en el Mediterráneo!. Dejo el enlace en el Post por si te apetece recordarla y a alguien más compartirla.

Afrontando la lesión medular dijo...

Me alegro, Adry, que este Post te haga ver que hay mucho que disfrutar y te sirva de reflexión.

A mí el grillo me trnsporta a mi infancia en el Sur y a las noches de verano pero a veces se hace pensado oir el cri, cri si te desvela. de todos modos, me quedo con los "ruidos" de la naturaleza.si encuentro un enlace os dejaré uno que os va a gustar.

Si lo que más te relaja son los rompecabezas, sigue adelante. Hay que buscar todos los días un tiempo para disfrutar, no hay que aplazar pues tal vez, nunca llegue el momento de hacerlo.

"La Chica del Jardín" dijo...

Reflexiones al despertar... Yo soy una persona tranquila por naturaleza, me levanto con tiempo de sobra para desayunar plácidamente, mientras veo las noticias del día en el telediario (os hablo de mi vida normal, cuando el trabajo me hace madrugar)

Durante años tenía la M-30 con sus ruidos a mis pies, no podíamos abrir la ventana en verano, ya que los ruidos impedían nuestra comunicación...Ahora todo ha cambiado, desde que soterraron la M-30, los ruidos se transformaron en SONIDOS, (supongo que todos sabéis las diferencias:
La opinión general es que el ruido nos produce una sensación desagradable; en cambio, el sonido una sensación placentera. Esto, como vemos, es una definición que no nos alcanza para entender qué es lo que realmente los diferencia.
¿Cómo hacemos para explicar el ruido de los cañones en la Obertura 1812 del músico ruso Piotr Iliych Tchaikovski (1840-1893)? ¿Acaso son ruido? ¿O son parte de la música? ¿Son una sensación desagradable o placentera? Esta respuesta, posiblemente nos lleve a muchas discusiones. Lo que en todo caso sí podemos afirmar, es que calificar al ruido como una sensación es pensarlo de manera subjetiva. Por ejemplo, para unos el “ruido” de los cañones en la Obertura 1812 es algo desagradable y para otros, algo placentero.
El problema nos lleva a plantearnos cómo hacemos para saber la diferencia entre ambos. La solución, es que acudimos —nos ayudamos— de la física, que nos explica que la diferencia esencial entre el ruido y el sonido es que el primero tiene movimientos aperiódicos; es decir, tiene movimientos vibratorios irregulares y sin altura definida. En cambio, el sonido es periódico, porque tiene movimientos vibratorios regulares y con una altura definida), si SONIDOS, ahora escuchamos el agua que precipita por un salto en el río (aunque sea para generar energía... me gusta), algunos pajarillos, y ¡qué decir de los aromas! ahora huele a pinos, a hierba, al río...

Los amaneceres... eran preciosos, con el skyline del centro de Madrid (La Almudena, El Palacio de Oriente, San Francisco el Grande...) todo bañado por el Sol Naciente. Ahora algo ha cambiado, nos construyeron un hotel enfrente y rompe la preciosa línea del amanecer...Aunque os parezca extraño, la cámara de fotos vivía encima de la mesa, y en cualquier momento era utilizada, SOY UNA FRIKKI!!!!

Besos sonoros para acabar el día

Afrontando la lesión medular dijo...

Se ve que te ha gustado el tema.

Muy bien explicado.

Siento que os hayan roto el paisaje. No es la primera ni la última vez que lo hacen. En Madrid fueron muchos los edificios polémicos, ya sabes. Recuerdo hace muchos años cuando se levantó la Torre de Valencia junto al Parque del Retiro. Después le sucedieron los grandes monstruos.

Anónimo dijo...

Repensarnos, recomenzar. Preciosos conceptos al que yo añadiría reescribir, valorar, amar, disfrutar, ver con otros ojos, en definitiva, vivir.

Afrontando la lesión medular dijo...

Gracias por todos estos verbos que añades que complementan tan bíen el Post.

Tomemos nota : No nos olvidemos de VIVIR, sobre todo.