martes, 4 de septiembre de 2012

Perder casi todo

Tras cambiar impresiones con un paciente que lleva dieciséis años tetrapléjico sobre lo injusta que es la vida con algunas personas, personas que no sólo han perdido la movilidad completa y la capacidad de respirar sino el amor y apoyo de algo tan grande y esencial para la supervivencia humana como es su familia de origen (padres y hermanos), pienso que no es de extrañar que los lesionados medulares vivan la lesión y sus secuelas como una situación injusta y rumien continuamente preguntándose : "¿Por qué a mí?.

Comentaba este lesionado que cada cierto tiempo pasa noches de insomnio con ese continuo "run, run" en el que se pregunta cómo es posible haber perdido el amor de sus progenitores y hermanos.

A estas pérdidas, se suman las de unos cuantos "buenos amigos". Amigos que, desgraciadamente, comprobó que eran de conveniencia, amigos para la diversión, no para los momentos difíciles. Continuaba confesándome que el y su mujer ya no eran divertidos y que dan mucho que hacer y es un engorro salir con ellos, viajar con ellos porque hay que echarles muchas manos.

Por desgracia, no es un caso aislado sino algo que sucede con frecuencia a muchos lesionados medulares y que debo dejar aquí también reflejado para dejar constancia y no hacer ver la lesión como algo fácil y bonito aunque la tendencia del blog es la de reflejar una visión positiva de la lesión medular y destacar la adaptación de quienes la contraen.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin duda en una situación así pone a prueba el amor y cariño de cada persona que nos rodea.

Con el paso del tiempo los amigos se alejan y supongo que debido al cansancio los familiares son mas pasivos.

En alguna ocasión mi amigo me dijo, "Que raro que sigas viniendo a visitarme después de año y medio, no se porque lo haces", y sin duda tengo muchas razones para visitarlo, me gusta pasar tiempo con el, platicar o simplemente estar callados. Lo quiero mucho y aprecio tantas cosas que me ha enseñado, en verdad el tiempo se me ha pasado rápido y hasta hoy disfruto dedicar tiempo para visitarlo y lo haré siempre y cuando el lo permita y mis circunstancias sean favorables.

Con esto recuerdo que mi abuela me decía que algunas veces es bueno dar de si y disfrutar de hacerlo, sin esperar nada a cambio.

Así que aplicaré ese consejo y disfrutaré mis visitas :)

Adry!

Afrontando la lesión medular dijo...

Sabio consejo el de tu abuela. Adry.

Es importatnte trasmitir valores de una generación a otra.

Aunque no lo creas, seguro que tu amigo valora tu apoyo, compañía y ese estar ahí aunque sea callada, a su lado. Algún día verás el fruto de tu apoyo. No te rindas.