Somos muchos, es cierto, los profesionales que trabajamos en el ámbito de la lesión medular y de otras situaciones de diversidad funcional.
Algunos pacientes son bastante considerados con un grupo de profesionales, sobre todo con aquéllos que hacen los trabajos más duros y menos agradecidos. Se que sonará fuerte la expresión que voy a utilizar pero es la que esta semana utilizó un paciente : "Algunos profesionales no hacen otra cosa que limpiar culos", lo decía al hilo de lo que conllevaba la situación de dependencia y lo poco agradecido que entendía él que eran los cometidos de algunos profesionales..
Hay otro grupo de pacientes que nos acusan de "vivir a su costa".
Los profesionales que giran en torno al lesionado medular, en particular, y a las personas con diversidad funcional , en general, son innumerables. Unos son "cuidadores familiares incondicionales" (ver entrada : "Ángeles sin alas"), otros, son trabajadores remunerados de diversa índole. También hay familiares que perciben la prestación concedida al amparo de la Ley de Dependencia.
Ya dediqué, en su día, otra entrada a la figura del Asistente Personal y, recientemente, volví a destacar su admirable entrega cuando hablé de Kenneth y su Asistente Personal, Ana.
En el ámbito escolar, los pequeños que necesitan apoyo o supervisión, cuentan, al menos hasta ahora, con una AT y los más dependientes con un enfermero o DUE.
Vemos pues como estos profesionales no están sólo a nivel del entorno hospitalario, sino en Centros de Rehabilitación, Asociaciones de "discapacitados", Centros de Día, CRMF, CAMF. Centros Educativos o Formativos, Residencias Asistidas o no, entre otros.
La situación de dependencia no está sólo a nivel de la lesión medular y otras situaciones de diversidad física o psíquica sino también del envejecimiento ya que cada vez son más las personas que viven por encima de los ochenta años al haber aumentado la esperanza de vida. Ya sabemos que en España ha habido una inversión de la pirámide poblacional.
Hoy, paradójicamente, los hijos viven cada vez más a costa de los padres y son más dependientes desde la perspectiva económica. Se da la circunsatancia que algunos hijos que habían "instalado" a sus padres en Residencias, han vuelto a "sacarlos" debido a su condicón de parados para poder beneficiarse de sus pensiones que son todo un lujo en los tiempos que corren.
Así que yo me pregunto : ¿Quíén no vive a costa de alguien?.
4 comentarios:
Suscribo tu última pregunta. Creo que en toda relación que establecemos, damos y recibimos. Da igual que sea información, afecto o dinero. Y siempre hay uno que aporta mas que otro.
La expresión "vivir a costa de alguien" solemos utilizarla para expresar que alguien actúa como un parásito o una rémora, aun en estos casos estos seres siempre aportan algo. Imagino que quien lo dijo, no se encontraba en su mejor momento. Entiendo que llegará un día en que verá que aunque obtengáis remuneración por el trabajo que hacéis. Los lesionados obtienen mucho gracias a vuestro trabajo. No hace muchos años, a demasiados colectivos de enfermos y discapacitados se les negaba el derecho a seguir disfrutando de la vida, presuponiendo que no serían capaces. Gracias al esfuerzo de muchos profesionales y de muchos lesionados valientes, poco a poco se va educando a la sociedad a respetarlos como lo que son. Personas, ni mas ni menos.
Fantástico tu comentario, Betty.
Gracias por tus matizaciones que completan la entrada.
"Postal de Navidad". Hecha a partir de un párrafo de un correo de una hija... con dos hijos. "Lo que son las cosas", dijo el abuelo.
Con o sin l.m., o con o sin n.ñ., a la salud de todo lo mortal. Quizá una poquita más, parece justo, para los "muchos lesionados y profesionales valientes" cuyo esfuerzo aquí mismo se recuerda.
TEOLOGÍA INFANTIL
« (…) No es “El fallo más claro…” que tú dices, sino “EL FALLO DEL CREADOR DE LOS REYES MAGOS”: éste es literalmente el título de Ana [7 años] para otro de sus cuentos. Me lo dijo subiendo la cuesta al volver del colegio. También me preguntó por qué Papá Noel no está en el belén, y distinguió bien entre el calor del desierto y el hábitat más frío de Santa Claus. "Por eso va siempre tan abrigado". Y: "¿Cuántos años tiene Dios si nace todos los años?". Menos mal que Miguel [3 años] se me adelantó: “¡Un año, Ana!”.
Los niños siempre con tanta agudeza e inteligencia.
Estaría bien, Manuel, que se animara la gente a volcar aquí sus propias versiones o cuentos de Navidad.
Casualmente hoy es el doscientos aniversario de los más conocidos cuentistas de todos los tiempos, los hermanos Grimmm.
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