jueves, 24 de septiembre de 2015

Hoy haré del mundo un lugar mejor

«Jamás encontrarás la felicidad en el exterior. Puedes pasarte la vida entera corriendo detrás de miles de cosas: si buscas en el mal lugar, no encontrarás nada.»

Siguiendo con lecturas sugerentes para el blog y la línea que sigo, creo que este libro encierra mensajes que se pueden aplicar si no nos despistamos  siempre no nos quedemos atrapados en "por qué a mí". Es frecuente oir decir a los l.m. que la lesión:

- ha sido una lección de humildad
- les ha dejado mensajes y enseñanzas interesantes
- les ha hecho valorar lo que de verdad merece la pena o importa



Laurent Gounelle

Al protagonista, Jonathan, se le acaba el tiempo y justo ahora ha aprendido los secretos de una vida feliz, así que toma una decisión: va a ayudar a los demás. Las técnicas serán variadas: desde regalarle flores al séptimo pasajero de la línea de autobús, mandar cafés de parte de “un desconocido” o intentar hacer sonreír a su vecino pastelero, un hombre refunfuñón capaz de hacer las madalenas más deliciosas del mundo, Jonathan pondrá todo su empeño en demostrar que la vida es un regalo que merece la pena vivir plenamente.

2 comentarios:

Felipe dijo...

Estoy muy de acuerdo en que la felicidad está en el interior pero también la infelicidad. Eso hace que aparezcan una u otra de forma intermitente dependiendo solamente de nuestra habilidad para hacer aflorar la que más nos conviene. Todo requiere entrenamiento y un poco de suerte.
También cabría considerar si la felicidad consiste en el contraste con la infelicidad, como las dos caras de la misma moneda.
Es todo tan complicado y depende de tantas variables que sólo me atrevería a decir que para conseguir alguna ráfaga de felicidad hay que luchar por ella.
Un abrazo para los luchadores.

Afrontando la lesión medular dijo...

Yo creo que la felicidad no te la regalan sino que hay que conquistarla en esa lucha diaria de la que hablas.

Es cierto que ara algunas personas por su perfil, locus de control (interno o externo) y por los apoyos socioculturales, les es más fácil que a otras lograrla.

Ojalá y que todos pudieran darse cuenta a tiempo de lo que verdaderamente merece la pena en la vida y disfrutarlo.