sábado, 21 de diciembre de 2013

Invierno




Nada en orden. Todo roto
a punto de ya no ser.
Pero toco la alegría,
Porque aunque todo esté muerto
yo aún estoy vivo y lo sé.

"Fe de vida". José Hierro.

Un seguidor me pasó esta imagen en la que yo veo el Invierno El Invierno es duro en el Hospital y no precisamente por la bajada de temperatura sino porque viene de la mano de la Navidad una etapa que cada vez oigo que disgusta a más gente pero en la que, sobre todo, los centros comerciales se empeñan en poner en valor por la cuenta que les trae.

Hablaba hace unos días acerca del período de altas coincidiendo con los períodos vacacionales asociados a tres estaciones (Invierno-Navidad; Primavera-Semana Santa y Verano). Los que han alcanzado sus objetivos en esas fechas son dados de alta y los que empiezan a poder salir, inician sus salidas de preadaptación. El Hospital se queda triste y solo. En él permanecen solo los pacientes críticos o recién llegados-agudos. Los pocos pacientes que quedan ingresados se agrupan en una o dos plantas.

También se quedan algunos pacientes que echaron el ancla en el Hospital y no están dispuestos a salir hasta que los "echemos" como acostumbran a decir. No sienten que salir es bueno ni una forma de acercamiento o adaptación a lo que, en breve, será su vida. Temen que la gente los invada a preguntas y a miradas, quisieran pasar desapercibidos, quisieran no haber contraído la lesión y algunos desaparecer para siempre. sin dar ruído.

Inconscientemente se tiende a comparar la Navidad anterior, la Nochevieja anterior con frases del tipo de : "El año pasado en estas fechas yo estaba en....": "Este año tendría que estar pasando las Navidades en...."

Hay familias coraje que van a pasar estas Navidades en 40 metros cuadros de un minipiso de alquiler y encantados de poder reunirse en torno al paciente y no en la sala de espera de una uvi esperando un mal desenlace. Hay otros, por el contrario que no piensan salir o "sacar" (como dicen ellos) al paciente aunque nos empeñemos los profesionales hablándole de las bondades y beneficios terapéuticos para el paciente.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde que tuve el accidente prefiero el invierno al verano. En invierno me cubro de capas y los lìmites me pesan un poco menos.
Así que, a disfrutar de estas fiestas tan especiales en las que las calles se llenan de luces y buenos propósitos!

Anónimo dijo...

Por cierto, me está gustando mucho tu blog!
Antonio

Afrontando la lesión medular dijo...

Es verdad, Antonio, que los l.m. tienen alteraciones de la termoregulación y requieren de prendas térmicas adecuadas en invierno para sacudirse el frío. Algunos deciden cambiar de lugar de residencia porque el frío y la humedad les afecta.

Me alegro que el blog te aporte.

Anónimo dijo...

A mi amigo creo que no le gustan estas fechas, antecede al tiempo que lleva en casa.

Años atras se planeaban algunas visitas con algunos amigos para visitarle y animarlo, pero con el paso del tiempo esto ha disminuido mucho.

No se su planes para este año pero espero que la pase bien.

Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

Yo también deseo que este sea un mejor año para los dos.