miércoles, 11 de diciembre de 2013

No volar, volar con cuidado y volar en mar abierto : Tres actitudes


Ayer recibí un correo de Felipe Vila, padre de una expaciente del Hospital y fiel seguidor del blog enviándome tres imágenes que el las asocia a tres actitudes y que, en el caso que nos ocupa de la lesión medular, pueden estar relacionadas con tres posicionamientos o actitudes de los l.m. al alta : "No volar"

"No volar". Foto cedida por Felipe Vila
"Volar con cuidado" 
"Volar con cuidado". Foto cedida por Felipe Vila
"Volar en mar abierto" 
"Volar en mar abierto". Foto cedida por Felipe Vila

Me parecen muy interesantes estas reflexiones, como todas las que acostumbra a hacer Felipe. Las imágenes que nos cede, además de ser de muy buena calidad, son imágenes muy personales-familiares que ha sacado de sus álbumes de viajes.

Me han recordado alguna de estas actitudes a un tema que ya abordara el pasado año relativa al hecho de arriesgar y salir de la zona de confort  http://www.youtube.com/watch?v=40mbsKBSWwY

Arriesgar y atreverse supone, en muchas ocasiones, perder el miedo y salir de la zona de confort. Creo que salir del Hospital no resulta fácil porque ya hemos hablado de que el Hospital es una especie de burbuja donde uno se siente protegido. Estos días y la semana que viene serán dados de alta muchos pacientes y de todos solo hay uno que la desee en estos momentos. El resto se aferra y echa el ancla.

Animo a los seguidores a que compartan con nosotros no solo sus reflexiones sino también sus actitudes en relación al modelo planteado por Felipe.

Gracias Felipe por ceder estas fotos para el blog y por sugerir el tema.

6 comentarios:

"La Chica del Jardín" dijo...

Yo conozco a uno que cuenta los días para volver a casa, eso sí, volando con precaución, no quiere retroceder y quedarse.

Estoy segura de que en cuanto salga, ya estará echando de menos a la gente que aquí tanto le ha ayudado, con la que se siente unido para el resto de sus días al igual que yo... O mucho cambia, o en enero vendremos de visita, jajaja

Cada fin de semana, cada día, habla de esta gran familia que hemos conocido, los de aquí y los de allá, los que se quedan y los que se van, los profesionales para empezar y familiares y lesionados para continuar... ¿Qué hay en Toledo que tanto nos da?

Sois nuestra gran nueva familia, de las de verdad, de las que no se andan con tapujos, de las que muestran los sentimientos, de las que molan... La experiencia de vida de este tiempo... creo que no se podrá olvidar por años que pasen y gente nueva que aparezca.

El jueves 19 nos vamos con el corazón lleno y la mochila cargada de momentos inolvidables.

Seremos gaviotas o gorriones que vuelan con precaución, mirando al frente y siendo mucho mejores que antes, con nuestras alas recorreremos el mundo parando en Toledo para reponer fuerzas, os lo aseguro

Besos fuertes y cazuelitas llenas de achuchones

Por cierto, cada vez que me asome a un jardín... seré vuestra "chica del jardín"

Afrontando la lesión medular dijo...

Me tomo la licencia de daros las gracias en nombre de todos los profesionales del Hospital.

Espero que el Hospital en vuestras revisiones os siga dando ese calor y siga siendo un referente no solo de tratamiento de la lesión medular sino de humanismo.

Felipe dijo...

Para mi la zona de confort es aquella que te permite desactivar las alarmas y, ese sentido, el hospital y la gran familia a la que alude la Chica del Jardin han conseguido desactivar esa alarma, estridente y anonadante, que se activó co la lesión medular de mi hija.
Hemos entrado, a la fuerza, en una zona de aprendizaje que nunca hubiésemos osado pisar y que nos ha permitido valorar las circunstancias con una mirada menos convencional, dando valor a cosas que antes nos pasaban inadvertidas o que apenas nos afectaban.
Claro que el valor de las cosas depende mucho del sitio y las circunstancias en que te encuentras. ¿Cómo puede ser apreciada un simple botella de agua por el que vive en una gran ciudad en comparación a como la valoraría una persona que se encuentre en medio del desierto?.
El valor de una sonrisa en el hospital de parapléjicos es inmenso si lo comparamos con la sonrisa que despierta una anécdota o un comentario afortunado.
En esa zona de aprendizaje hemos llegado a saber despojarnos de muchos de los convencionalismos sociales y a hablar con el corazón.
Ahora, cuando ya hemos salido del hospital, es el momento de utilizar lo que hemos aprendido en el hospital y seguir trabajando con la misma intensidad. Ahora ya estamos entrenados.
Un abrazo para todos los que luchan y tienen que seguir luchando.
P.D. Parece que no dormimos demasiado.

Afrontando la lesión medular dijo...

Gracias, Felipe, por estas "LECCIONES DE VIDA" que nos daís que nos eyudan a no bajar la guardia.

Los valores cambian, como bien dices, según el contexto en el que nos movemos.

Más que aprender, hacéis un Máster acelerado entre cuyas asignaturas se encuentran:

- Lesión medular y secuelas
- Modelos de afrontamiento
- Resiliencia
- Sentido del humor y usos tera-
péuticos
- Valores
- Humanismo

A todo ello incorporáis gratitud y una sonrisa.

Que conste que no todos salís tan bien entrenados.

En ocasiones me siento impotente de no poder llegar a algunos que no se dejar acompañar durante la rehabilitación con lo que ello supone de cara al futuro tras el alta.

Anónimo dijo...

Hoy sí me ha encantado tu comentario, Felipe. El dolor y el sufrimiento son una de las principales causas del cambio. Sólo hay que darles la vuelta y volver a nuestro favor las posibilidades de crecimiento que nos ofrecen. Y otra cosa que me gusta oírte es que ahora hablas, hablamos, sentimos,nos emocionamos y actuamos más con el corazón que con el neurocortex.
Y Chica del jardín: ojo con lo que yo llamé síndrome de dependencia hospitalaria. Yo lo sufrí durante muchos meses y sólo se me fue pasando cuando todos mis compañeros estuvieron ya en su casa. Me sigo acordando a diario y más en estos días que me tocó pasar allí el año pasado pero hay más vida fuera del hospital.

Afrontando la lesión medular dijo...

Estoy de acuerdo contigo en todo.

El crecimiento podstrauma es una realidad de la que soy testigo cada vez más.

Respecto al síndrome de abstinencia del Hospital hay que estar alerta. Son muchas las vivencias, las personas, el apego. Un año es un período, a mi juicio, demasiado largo.

Gracias por comentar.