Los Programas de Rehabilitación Psicosexual que dirijo suelen ser mixtos en lo que al sexo de sus componentes se refiere, compuestos por l.m., varones o mujeres, y parejas de los mismos, si las hubiere, siempre y cuando su situación les permita asistir a los mismos.
En lo que a la orientación sexual se refiere, suelen estar formados, mayoritariamente, por personas de orientación heterosexual. o al menos así se definen y se expresan. Esporádicamente, ingresan pacientes con orientación homosexual, generalmente varones, que no suelen querer incluirse en los Programas por pudor hacia los demás, miedo a la crítica y a ser señalados en un espacio tan pequeño, como es el del contexto hospitalario, donde todos se conocen.
Queda mucho para que el discurso sexual, que ya es difícil y sigue estando lleno de prejuicios y tabúes, se abra y se exprese con "normalidad" y en toda su dimensión.
Por razones de horario y logística, surgen, en ocasiones, Programas diferenciados por sexo : "Grupo de Chicos" y "Grupo de Chicas".
Vengo observando cómo las mujeres se sienten más cómodas hablando del sexo "en privado", es decir, sin la mirada y observación del varón. Esto me lleva a reflexionar, una vez más, sobre la diferencia en el modo de sentir, expresar y amar de hombres y mujeres.
Se preguntaba la semana pasada una paciente del "Grupo de Chicas", cómo se las iba a arreglar para expresar ahora que "no sentía". Se repite, nuevamente, esta expresión ligada a la sensibilidad perdida tras la lesión medular como si sentir fuera solo una cuestión fisiológica. Así pues, la pérdida fisiológica secundaria a la lesión parece que anula cualquier tipo de respuesta llegando, incluso, a dejar a la persona sin otros registros o repertorios amatorios. Observo y constato que las mujeres jóvenes vienen también, y cada vez más, genitalizando su sexualidad y les cuesta expresar sus emociones y "sentir" en ausencia de respuesta genital como si el disfrute, el placer y el amor dependiera, exclusivamente, de la competencia genital.
De otro lado, en el "Grupo de Chicos", que estoy actualmente impartiendo, destacan dos hombres con una concepción del sexo poco al uso masculino, lo que me deja cada vez más claro que no debemos caer en los estereotipos y encajar o clasificar en compartimentos estancos la sexualidad de "los chicos" y la de "las chicas".
Como de este tema hay mucho que hablar, lo continuaré tratando en sucesivas entradas.