De nuevo traigo aquí algunas reflexiones de Mariano Rivera
En este caso se trata de la soledad de los cuidadores de los pacientes ingresados.
LA SOLEDAD.
"Verse afectado por una lesión
medular, provoca un shock, un impacto que implica a todas las
personas de tu entorno. Además, al afectar varias partes del
cuerpo, no solo el hecho de no poder caminar o no poder manejar los
brazos sino también la pérdida del control de esfínteres (vejiga e intestino) el habla, la
respiración, conlleva en mayor o menor medida una situación de dependencia. Ello da lugar a que toda la atención en esos
primeros momentos, se centre, como es lógico, en la persona
lesionada, descuidando un poco
la situación del acompañante. En este punto quiero hacer una
apreciación.
Yo estuve durante siete meses, aproximadamente, ingresado en el Hospital y en ningún momento de este
largo período estuve solo. Con esto, no me refiero a no tener apoyo
de la familia, que siempre estuvieron a mi lado, quiero decir
"soledad" referida a aislamiento, el no tener otras
personas a tu lado. Tampoco me refiero a la soledad del mendigo que está
a la puerta de un supermercado, rodeado de gente, pero más solo que
la una. Yo siempre estuve rodeado de celadores, auxiliares, enfermeras,
médicos, etc., profesionales que están pendientes de ti; también los otros
compañeros de habitación, además de los pacientes ingresados y mis
familiares. Pero.... ¿y la persona que te acompaña?. La mayoría han tenido que trasladarse de ciudad, a una casa que
no es la suya. Después de pasar el día haciendo compañía a su
familiar, vuelven a la casa y se encuentran solos. ¡Qué paradoja que
"el acompañante" sea quizás el primero en tener esa
sensación!. Tienen el apoyo de su familia, hijos, padres etc. pero
en ese momento de aislamiento, sin nadie a su lado, irremediablemente
se enfrentan con su nueva situación, con sus reflexiones, sus
congojas y sus temores, solitarios, una vida truncada, fuera de su
casa, con su familiar ingresado en un hospital y verse solos en una
habitación extraña. ¡Cuántos momentos de tristeza, de angustia en
soledad, cuántas lágrimas derramadas, perdidas en las noches sin
dormir!. Ellos si saben de soledad, Esposas, Madres, familiares, que
llevan esos momentos anónimos en su corazón.Muchas gracias, Mariano, por tus reflexiones, interesantes aportaciones al blog. ¡Quién mejor para contarlas que quien lo ha vivido y lo vive en primera persona!.
NOTA : Para quien se haya incorporado tarde al blog o no haya visto la entrada relativa a las bases del VI Certamen de Cuentos Cortos, dejo aquí el enlace y aprovecho para animar a los seguidores a participar.
Dado que aún estoy esperando algunas colaboraciones voy a prolongar hasta el día 9 de Diciembre incluído, el plazo de recepción de Cuentos.