En 2017 colgué esta entrada donde incluía una colaboración que hice para Infomedula sobre el Jardín del Hospital
https://issuu.com/infomedula/docs/infom__dula_39
https://afrontandolesionmedular.blogspot.com/2017/09/un-jardin-para-la-rehabilitacion.html
De todos modos, para quien prefiera acceder al documento desde el blog, cuelgo el borrador de texto que entregué a la Redacción de la Revista.
Mi colaboración del año 2017
La presente colaboración no pretende ser una aproximación botánica del jardín del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, sino un enfoque centrado en el beneficio psicológico que aportan los jardines y en particular el jardín de dicho Hospital como un eslabón más en el marco del proceso rehabilitador.
Es indudable que mi afición por el mundo vegetal y por la naturaleza, enriquece, complementa y acompasa dicha colaboración.
El Jardín del que voy a hablar es un Jardín muy especial por varias razones que paso a explicar. La primera razón es por lo que a mi me ha representado personalmente desde que transité por el antes de que comenzara mi andadura profesional en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo en el año 1989. La segunda razón es por lo que este jardín representa para pacientes y familiares en el marco del proceso rehabilitador y la tercera razón es porque es un espacio compartido por pacientes, familiares y profesionales del que todos se benefician de uno u otro modo.
Previo a su ingreso en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, todos los pacientes han pasado por otros hospitales del territorio nacional. Se podría decir que todos esos hospitales están ubicados en entornos urbanos no verdes. De ahí, que a la mayoría de los pacientes les sorprenda este pequeño pulmón verde en el Hospital y sus inmediaciones (ribera del Río Tajo, embarcadero).
Sin embargo, hay otros hospitales europeos que en sus recintos contemplan un jardín diseñado con fines de rehabilitación siguiendo un modelo que paso a detallar.
Paisaje y rehabilitación
Sin ir más lejos, el Jardín del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, juega un relevante papel durante la rehabilitación y así lo manifiestan pacientes y familiares año tras año. Son numerosas las entradas que he dedicado en mi blog a este espacio tan especial y debo decir que han sido las entradas más visitadas y comentadas.
No he tenido la evidencia de que a nadie nuestro jardín no le haya reportado beneficios psicológicos.
Este espacio sin barreras "compartido" por pacientes y familiares contribuye al descubrimiento de nuevos valores y facilita la empatía, iguala y prepara el terreno para las salidas en entornos sociales tras el alta hospitalaria.
En todo el territorio nacional, un jardín de estas características, no tiene precedentes.
Este jardín y sus inmediaciones ha sido dibujado, pintado y fotografiado desde sus comienzos tanto por niños como por adultos.
Ya he mencionado los beneficios psicológicos del Jardín. Son muchos los pacientes que, tras la lesión, describieron con gran sabiduría y acierto el valor de lo verdaderamente importante. Entre esos pequeños valores no cabe duda que se encuentran el cielo, el aire, la brisa, los amaneceres y atardeceres y los árboles y arbustos y las plantas del Jardín. Lo que en sus vidas antes pasaba desapercibido ocupa ahora un lugar destacado que les aporta "paz y serenidad mental".
Saber ver, saber mirar y saber buscar
Cuando me pidieron hacer esta colaboración, empecé a preguntar a mis pacientes y a sus familiares acerca de las especies arbóreas y plantas del jardín. Como me temía, la mayoría tiene un desconocimiento total de las plantas y, es más, éstas suelen pasarles desapercibidas.
Árboles del entorno del Hospital
Cuando nos adentramos en el recinto y antes de llegar a la primera rotonda nos reciben las arizónicas que limitan la finca donde se encuentra ubicado el Hospital. Arizónicas y moreras, negra y blanca, se dan la mano en ese espacio.
Tras pasar el helipuerto, hay una rotonda antes de alcanzar el edificio dedicado a Investigación. En dicha rotonda, hay una agrupación de arces formando círculo.
Olmos, cipreses, chopos, encinas, olivos, arces nagundos, son algunas de las especies del entorno.
La mayor densidad de árboles corresponde al olivo, especie que se encuentra ubicada la mayor parte en el espacio habilitado para aparcamiento.
El plátano de sombra es el árbol que, como su nombre indica, da sombra al quiosco-bar. Esta especie sufrió una dolorosa tala a raíz de que un fuerte vendaval tirara algunos ejemplares. Por fortuna solo afectaron a algunos de los vehículos aparcados en la entrada del Hospital. La tala se hizo con fines de seguridad para evitar posibles daños personales si se repetían las condiciones atmosféricas.
Existe una agrupación de Olmos en las inmediaciones del embarcadero, así como algún Álamo blanco
Existe un grupo de aligustres de un porte considerable en las inmediaciones del aparcamiento cerca de la antigua lavandería y de las máquinas de reciclado de papel.
Hubo un Magnolio cerca de la RMN que hubo que condenar cuando se acometieron las obras para instalar la misma.
El Cedro que hay en la espalda trasera, en el acceso de lo que fue el antiguo gimnasio, también es un ejemplar singular.
Cabe destacar igualmente el Olivo centenario junto al almacén.
Árboles singulares
En el libro “Plantas singulares de la ciudad de Toledo” se habla de un Tilo que había antes de llegar a la zona que hoy ocupa el helipuerto del Hospital como uno de los ejemplares destacados. Fueron dos los tilos ejemplares que hubo que talar por diversos motivos. Del primer tilo cuentan que los lugareños cruzaban el río en barca (cuando aún no se había construido el puente) para recoger tila para las infusiones.
Otros ejemplares desaparecidos a causa de obras fueron los 3 Abedules que había en el jardín donde hoy se encuentra la RMN.
Plantas que forman setos
Berberi y atiplex
Arbustos
Hibiscos
En el recinto del Polideportivo Rafael del Pino
Es una lástima que no sea transitable la zona del jardín que bordea el Polideportivo en su margen de la ribera ya que hay algunas especies interesantes como son : El Naranjo de Osage (originario de Luisiana) y la Kolreuteria Paniculata, comúnmente conocida como "el árbol de los farolillos" que actualmente la podemos ver florecida. Es esa “mancha amarilla” que se ve en el paisaje.
Debajo del letrero que da nombre al Polideportivo, podemos apreciar la exuberante lonicera, conocida vulgarmente como madreselva.
Cabe destacar también una agrupación de Plumeros
Lo que nos pasa desapercibido
Son muchas las plantas y especies que pasan desapercibidas a la mayoría de los paseantes. Me refiero a un sinfín de plantas útiles como la aenea, retama o escoba; comestibles como la achicoria, el espárrago, los cardos y cardillos, las collejas, la rúcula, el hinojo, el altramuz, la malva y el palodú) o tintóreas como la rubia.
Parece que se han perdido algunas costumbres como la de los jubilados que se acercaban ala ribera en busca de palodú.
Algunas aromáticas
La lavanda y el romero son las más conocidas y junto con las adelfas, conforman el entorno del edificio nuevo.(foto)
Flores ornamentales
Rosas
Otras especies
Amapolas, siemprevivas, hipecoum, gamón o asfódelo, bursa pastori, crisantemos.
Excepcionalmente, se pueden encontrar algunas especies de orquídeas silvestres.
El embarcadero
En las inmediaciones del embarcadero encontramos sauces, tarays, espadañas, juncos, aeneas, retamas o escobas.
Referencias de interés
Los beneficios psicológicos que encierran los jardines están documentados en no pocas publicaciones.
Los jardines expresan no solo una cosmovisión y un proyecto de sociedad, sino también un ideal de vida y un modelo ético. Los jardines han constituido desde la antigüedad una metáfora intemporal de la buena vida, una representación sensible de la felicidad y un valioso documento de los sueños de perfección social. Además de plasmar de forma privilegiada la relación del hombre con la naturaleza y de traducir en un lenguaje plástico y sensorial la ideología vigente en cada etapa histórica, transmiten mensajes cifrados del inconsciente colectivo y materializan fantasías utópicas.
No se tiene la misma experiencia del jardín como jardinero y artífice que como espectador y paseante. Mientras que, para el primero, las manipulaciones del entorno físico y la ordenación del espacio representan un medio de expresión de su individualidad, para el otro el jardín constituye sobre todo una obra de arte viva, un texto vegetal dotado de una rica simbología, que se ofrece a la lectura de la sensibilidad y de la inteligencia. Los jardines cuentan un relato al visitante. Salir al jardín siempre supone entrar en nosotros mismos.
Difícilmente se puede exagerar la importancia del jardín en la historia de las ideas y la concepción de la buena vida. En primer lugar porque es uno de los espacios eutópicos por excelencia, bello y feliz, como genealogía mítica que se remonta al génesis. Desde el más suntuoso parque de recreo hasta el más humilde huerto familiar, invoca el recuerdo del edén, arquetipo de las utopías y todos los paraísos soñados por la humanidad. Jardinería y filosofía restauran cada una a su manera nuestra confianza en el mundo, constituyen un modo de vida y un discurso. (Santiago Beruete, Profesor de Filosofía y Sociología).
Sobre el cuadro donado
Autora Benilde Bolaños Fernández
Leyenda : “ Verde el color de este jardín. Verde, como el color de la esperanza con la que venimos todos a este Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo”.
NOTA : Si alguien tien interés en conocer u poco más acerca del papel terapéutico de los jardines en los hospitales de rehabilitación
Antecedentes de jardines en el entorno de hospitales de rehabilitación
El jardín precursor por excelencia en el contexto de hospitales de rehabilitación es el Horatio's Garden.
El primer jardín se creó en 2011 en un Centro especializado para el tratamiento de lesiones de la médula espinal, el “Duke of Cornwall Spinal Treatment Centre" en Salisbury (Inglaterra). El Nombre que recibe el jardín se debe a Horacio Chapell, hijo de una cirujana del mismo Centro, que trabajaba como voluntario. Horacio consideró que había un espacio desaprovechado en el Centro que bien podía destinarse a crear un Jardín con fines terapéuticos. No pudo ver realizado su sueño ya que murió a la edad de 17 años, a manos de un oso polar durante una expedición a Noruega. Fue su madre, la que a su muerte, se propuso cumplir su sueño. Fueron muchas las donaciones recibidas y hoy este modelo de Jardín, que lleva su nombre en honor a su memoria, se ha extendido por algunas ciudades europeas.
Estos Hospitales se han seguido construyendo después de manera altruista en el entorno de Centros de Lesionados Medulares. Alguno de ellos se mantienen con la ayuda de voluntarios (entre ellos uno de los hermanos de Horacio). Los demás hospitales se han diseñado siguiendo el modelo del primero. El recinto es accesible, como es natural, y dispone de un pequeño invernadero.
En este prototipo de jardín el invernadero es un lugar que juega una labor muy importante en la rehabilitación no solo como lugar de ocio y distracción sino también como un lugar de tratamiento rehabilitador del miembro superior.