jueves, 22 de noviembre de 2012

"La poda" : "Reflexiones desde el Internado"

"Una lesión medular, cualquiera que sea el origen de la misma, hay que entenderla y sentirla interiormente como una "poda".
        Jorge R.


A lo largo de mi trayectoria profesional han desfilado unos cuantos miles de pacientes que, como es lógico imaginar, han entendido la rehabilitación de diferente modo y hecho, también, diferentes lecturas del Hospital. Unas veces, el Hospital ha sido vivenciado de modo acogedor  (ya he hecho alusión en diferentes entradas a los nombres que el Hospital recibe) y otras amenazantes hasta el punto de haber sido definido por un paciente como "Alcatraz", es decir, como una prisión. Ayer, sin ir más lejos, lo llamaba otro paciente "penal.

La semana pasada me sorprendió positivamente otro paciente contándome que había escrito sobre sus vivencias en el Hospital, Hospital que el vivía como un internado al que tenía que volver tras el fin de semana. En tono de humor cuenta que les dice a sus hijos : "Vosotros mañana al colegio y yo al internado". Es por ello que me ha dado pie a llamar a esta entrada "Reflexiones desde el internado", reflexiones que me ha dejado escritas y que voy a colgar en el blog en dos entradas sucesivas, la de hoy y la de mañana.

La primera reflexión del mes de Septiembre la ha titulado "La Poda" :

"Según la Real Academia Española, "podar" es quitar o cortar las ramas superfluas de los árboles, vides y otras plantas para que fructifiquen con más vigor. Una lesión medular, cualquiera que sea el origen de la misma, hay que entenderla y sentirla interiormente como una "poda",  poda donde se eliminan las ramas superfluas de nuestra existencia para que otras ramas puedan crecer con más fuerza y vigor. Si asociamos alegóricamente las ramas a los valores, entendemos que una "poda" siempre supone un trauma hasta que la persona empieza a recuperar los auténticos valores de la vida.
En la sociedad actual, aletargada espiritualmente y, en general, avara de gratitud y generosidad, hay espacios, aparentemente desconsoladores, como el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, donde nuevas ramas vigorosas y fuertes están creciendo constantemente y donde valores como la humanidad, el respeto, la comprensión, la caridad, la bondad y la compasión están, firmemente, presentes en la convivencia diaria del Hospital". Jorge R.

Estoy segura que no ha sido el primer paciente que ha escrito sus reflexiones o memorias de su estancia en el Hospital o de lo que le supuso contraer la lesión medular. Invito a todos aquéllos que quieran compartirlas, colgarlas en este blog.
                                     

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermosa reflexión! Me puse a pensar en lo que escribió "recuperar los auténticos valores de la vida".

Sin duda es muy difícil, porque a veces están tan perdidos,que lograrlo, resulta una gran labor.

Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

Debemos recoger esta aseñanza sin tener que pasar por una lesión medular. Así que no perdamos tiempo y recuperemos lo que de verdad importa separando el trigo de la paja.

Ocupémonos, así mismo, en tareas posibles y no en librar batallas que no se pueden ganar.