viernes, 10 de enero de 2014

La vida es demasiado corta, de pie o sentado, poco importa


La vida es demasiado corta para no disfrutar de ella.  De pie o sentado,  poco importa, lo importante es sobreponerse al golpe y aprender a vivir con lo que si tenemos.
                                                    
                                                         Antonio

El Comentario de Antonio en la Entrada "Levantarse o luchar", me dio pie a hacer esta Entrada. Hoy hablaba de ello con los familiares que asistieron al grupo de Terapia Familiar. Unos más que otros continuaban haciendo duelo de las pérdidas de sus familiares lesionados, especialmente las madres que no aceptaban la idea de no volver a ver a sus hijos de pie y expresaban el sufrimiento que les genera ver la pérdida de equilibrio que tienen sus hijos aún tratándose de lesiones dorsales debido a la falta de control de tronco.

Vuelvo a abordar un tema ya tratado en el blog como es el hecho de estar centrado en lo perdido y no en lo que queda y potenciarlo sacándole el mayor partido posible.

La frase de Antonio merece una reflexión : Si tomamos un grupo de personas "andantes" al azar ¿cuántas de ellas son felices?. ¿Es la capacidad de la marcha la que da la felicidad?. Hasta hace poco, resultaba que una de cada tres personas que acudían al M.A.P. (Médico de Atención Primaria) presentaba un problema de ansiedad, depresión o trastorno somatomorfo o de otra índole. Parece que esta cifra va en aumento y casi me atrevería a decir que son dos de cada tres los que tienen problemas de salud mental. Esto demuestra mi hipótesis de que no se es más feliz por el hecho de andar aunque la pérdida de cualquier función no deja de requerir de un tiempo para elaborarla como cualquier otro duelo. 

Los lesionados que descubren un modo diferente de relacionarse con el mundo y con sus seres queridos, disfrutan de la vida más que antes de la lesión, así como disponen de más tiempo o interpreatn o hacen uso del tiempo de otro modo que los hace disfrutar con más intensidad de las cosas.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

"Sólo se vive una vez" dice la canción. Nosotros hemos tenido la suerte de vivir dos veces y además vivir dos vidas distintas. No juzguemos cuál es mejor o peor. Simplemente son distintas.Juzgar nos lleva a comparar y ahí seguro que llevamos las de perder.Disfrutemos esta nueva oportunidad Queda mucho por vivir, por disfrutar, por compartir, por ser feliz. Sé que hay cosas que nos gustaban y que ya son impensables pero hay otro montón de cosas que nunca nos habíamos planteado y que también nos van a proporcionar satisfacciones.
Por decirlo de una manera más vulgar: la silla en el culo, no en la cabeza.

Afrontando la lesión medular dijo...

Mi experiencia de veinticinco años compañando a los lesionados medulares en el proceso de afrontamiento y adaptación, me permite decir sin temor a equivocare que son más los que miran hacia delante y asumen las secuelas derivadas de la lesión que los que se estancan en la fase de protesta y no quieren seguir o deciden poner fin a su vida. Y esto lo digo a sabiendas que como bien dice hay muchas cosas que se añoran y no se pueden seguir haciendo.

Anónimo dijo...

Acabo de entrar en la página y me encuentro con una cita mía! muchísimas gracias María Ángeles!
no tiene sentido estancarse y pensar solo en lo que no podemos hacer, y aunque es inevitable que de vez en cuando la nostalgia nos haga pasar malas pasadas, es mucho más importante ser racional e intentar concentrarnos en lo que sí podemos hacer y en planear ese famoso PLAN B que no tiene por qué ser peor que el de antes de la lesión.
Muchas veces las barreras son sobre todo mentales. Por ejemplo, me llama mucho la atención cuando voy a subir en el coche que vienen corriendo y me preguntan si necesito ayuda y cuando les digo que no, a veces no me hacen ni caso y siguen cogiéndome la silla sin tener ni idea de cómo ponerla, hasta que les tengo que decir menos amablemente que me dejen a mí y cuando ven que en un minuto la subo y cierro la puerta se quedan con unas caras de perplejidad impresionantes. Es uno de los tantos ejemplos cotidianos del desconocimiento general de la L.M.
Hoy hemos estado en la boda de un pariente y no se cuántas personas me han dicho: "qué pena, con lo joven y guapo que eres". Cuando me lo dicen las personas de una cierta edad me da más igual, pero es que me lo han dicho hasta las amigas del novio! Es una de esas frases que no soporto. sólo pueden ser parapléjicos los viejos y feos?
Y lo peor de la frase es la compasión, pero es que además cuando me lo están diciendo yo pienso: "si tú supieras la pena que me das tú por ignorante". Perdonad la franqueza, pero es que no entiendo el motivo por el cuál a mí me pueden decir abiertamente que doy pena sólo porque voy en silla, mientras que en una situación de aparente normalidad si uno lo piensa del de al lado no puede decírselo con la misma naturalidad.
La otra frase estrella ha sido que cómo vamos a hacer en Inglaterra, que nosotros dos solos, sin ayuda.

ANTONIO

Afrontando la lesión medular dijo...

Dices "verdades como templos", Antonio.

Cuando la compasión se entiende mal, me explico, en el sentido de "pobrecito" las cosas no funcionan. La compasión entendida como tiene que ser es empática y se traduce en "padecer con o acompañar al que sufre, estar con el que sufre".

Ya lo creo que son ignorantes pero no olvides que, quizá tu habrías reaccionado ugual con algún amigo o pariente tuyo antes de que te sobreviniera la lesión. Son reacciones que molestan pero que obedecen a estereotipos muy arraigados y a la ignorancia como bien dices. A mí lo que más me choca es el atrevimiento de las personas, el no ser capaz de guardarse lo que piensan, la falta de discreción y el hablar por hablar. Estoy de acuerdo, asimismo, en que hay un montén de gente que da pena pero no "reluce" como la silla y pasan más desapercibidos.

Estoy segura que "os las apañaréis" en Inglaterra.

Lucia mujer Antonio dijo...

Hola M Angeles! Feliz año!
Antonio me dijo ayer que habías escrito esta publicación y estaba deseando leerla!
Como dice el chico que ha escrito el primer comentario: la silla está debajo del culo, no es sano vivir constantemente pensando en lo que no pueden hacer. Aprecio muchísimo tu trabajo en este blog, porque ayuda a desahogarse sin pelos en la lengua a quien atraviesa en primera o segunda persona un trauma como el de mi marido.
Lo de "pobrecito" lo lleva fatal! Desde el principio su objetivo principal era no dar pena. Decía que se moría de verguenza a que lo vieran en silla porque no soportaba que sintieran lástima por él. Y es verdad que cuando se lo dice una viejecilla no le molesta tanto como cuando se lo dice alguien más joven. Yo le digo que es normal que la gente diga esas cosas, pero no hay forma de hacerle entender que aunque se enfade no va a cambiar a la sociedad entera.

Anónimo dijo...

Claro que nos apañaremos! Yo he estudiado 2 años en Cambridge y nunca me habían preguntado con tanta insistencia que cómo voy a hacer tan lejos. Ya se que es ignorancia, pero hay días que me cansan.
Creo que antes de mi lesión yo nunca le habría dicho a alguien que qué pena!
Cuando veía a alguien en silla me pasaban por la cabeza las mismas barbaridades que me pasaban al principio de la lesión. Es decir, que vivir así no era vida y que era una carga. Pero nunca me hubiera permitido decirle a nadie algo así!
Cuando mi mujer escribe que me moría de verguenza es verdad,de hecho a veces me sigue pasando. Aun me acuerdo de lo mal que lo pasé la primera vez que me vio Lucía en la silla, hubiera querido esconderme de todo y de todos y pensar que ahora es algo casi natural me parece imposible. No es que mi objetivo principal sea no dar pena, es solo que yo no aguanto ese tipo de compasión, es como si los demás vieran en mí a alguien que por su condición no puede aportar nada. No es fácil explicarlo. No se si con el tiempo conseguiré superar esa verguenza que me frena y me hace en muchas ocasiones agachar la cabeza, porque las miradas y comentarios son una de las cosas que peor llevo!

Antonio.

Afrontando la lesión medular dijo...

¡Feliz Año para tí también, Lucía!. La verdad es que todos los l.m. se quejan de lo mismo . Publiqué una Entrad (ver "Por qué genera lçastima la tetraplejia") tocando este tema. Las miradas y comentarios aún son mayores cuando el lesionado tiene la condición de tetraplejia.

Será cuestión de tiempo que todos, lesionados y expectadores se "acostumbren a ver al l.m. como otro más del paisaje humano del que todos formamos parte.

Afrontando la lesión medular dijo...

"Poco a poco", Antonio. Se trata de entrenarte en ignorar esas miradas y pasar de ellas. Estoy segura de que les demuestras día a día que eres más válido que los que nos creemos válidos.

Anónimo dijo...

A mi las palabras que me hacen sentido es "sobreponerse al golpe", y lo digo porque mi amigo creo que no ha llegado a esa etapa, sin duda mi esperanza radica en que ese día, porque cuando ya desee vivir y le encuentre sentido a su nueva vida, sabra vivirla, espero.
Sin duda ese sobreponerse se dará poco a poco y hay que tener paciencia porque no a todos les llega por igual.

Saludos

Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

Pensa en lo bueno que a tí te aportó la lesión. Te dio un Máster en Paciencia y Esperanza. Ya llegará el día, Adry, en que tu amigo se de cuenta que así no debe-no puede seguir viviendo.