José Luis Montoya. La vida sigue en el supermercado y más |
Algunos lesionados medulares no son el centro de nuestra mirada porque hagan las cosas "normales" o cotidianas como antes sino, todo lo contrario, porque hacen cosas que antes no hacían cuando, teóricamente, eran "válidos" Aquí vemos a José Luis Montoya tirando del carro de la compra algo que, antes de la lesión, no acostumbraba a hacer.
La lesión no le impide madrugar como antes y todos los días se pone en marcha muy tempraano para acudir a las 8 a.m. al gimnasio. la jornada se complementa con tareas y actividades ordinarias y alguna extraordinaria como es el entrenamiento para navegar a vela que lleva a cabo en el Mar Menor.
En breve empezará a entrenar en el velero paralímpico 2.4
Pero entre todo esto hay tiempo para disfrutar de la familia y amigos y celebrar lo que se tercie,
Ya he hablado en muchas ocasiones que entre los factores que predisponen al buen afrontamiento, se encuentra no sólo la personalidad previa del paciente sino también los apoyos familiares y socioculturales. Al lado de José Luis, tenemos una compañera de viaje, su Elena del alma, que tira también de él y que es, si no la principal, una razón fundamental para seguir adelante, el faro que ilumina su camino..
Se animan otros a enviarnos sus fotos haciendo la compra. vemos a Manuel,"Sonriman" en el mercado de su barrio
"Sonriman" |
"Sonriman" |
6 comentarios:
Lo del supermercado mola mogollón!! :D
A ver si se animan algunos más a hacer la comprra. es importante que se vea como natural que los l.m. realicen, siempre que puedan, las tareas cotidianas, así que ¡a llenar "carros!.
Es cierto que uno mismo se pone más trabas que las que realmente existen, yo antes de la l.m., solía ir al mercado y comprar, ahora con la l.m. y una silla que te ayuda hacer casi lo mismo que antes, hay que intentar realizar lo mismo , aunque habrá cosas que no se hacen igual o no se pueden hacer, pero una imagen vale más que mil palabras, una inmensa sonrisa aaaaaa. Manuel ( sonriman ), de este ser que agradece el haber y ser sonreído por tanto ser humano y tanta bella situación.
En tu caso, Manuel, me consta que ahora sales más que antes a la calle y lo que un día te resultó difícil de asumir sin silla, hoy lo has encajado con ella a las mil maravillas.
Gracias por esas fotos estupendas del mercado.
Que buenoooo Manuel....señor Sonriman! No podíamos esperar menos de un buen cocinero...eres un crac! Estos chicos son geniales! Como no vamos a estar contentas sus mujeres! Besos de Bom y Elena...y una sonrisa enormeeee!
Llevas razón, Elena, ¡menudo chollo que tenéis Carmen y tu!
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