Llevo días dándole vueltas en mi cabeza a este tema debido a las diferencias tan grandes que veo de motivación en los profesionales. A igualdad de sueldo, unos hacen un trabajo ejemplar y otros van a cumplir y cobrar. El paciente ingresado y más aún el paciente ingresado en un Hospital como el de Parapléjicos donde el ingreso requiere aproximadamente seis meses, permite diferenciar al profesional entregado y motivado que al falto de motivación y empatía.
Siento impotencia cuando veo a esos nuevos profesionales en formación tan jóvenes e ilusionados al lado de sus formadores a los que encuentro faltos de motivación y empatía, mal sentados, desganados y apáticos, pendientes del whatsaap que entra en lugar de dar a estos futuros sanitarios todo su conocimiento y experiencia. Es una lástima que pierdan esa oportunidad de formar a aquéllos que los sustituirán.
Asimismo, me preocupa el hecho de que el nuevo profesional salga formado con el modelo que le tocó en la docencia, malo o bueno según su tutor. Los veteranos olvidaron que ellos también fueron jóvenes y tenían sed de conocimiento.
Esto, por desgracia, no sólo pasa en la Atención Especializada sino en la Atención Primaria. Os invito a leer este Post de un Médico de Familia http://medicinaenlacabecera.blogspot.com.es/2015/04/la-medicina-de-familia-tambien-tiene-su.html Ya le decía yo al autor del blog esto :
Me ha traído recuerdos de mi primera andadura en el antiguo Insalud allá por el año 1984. Recuerdo un medico que me dijo que mi motivación se debía a que era muy joven aún, tanto en edad como en ejercicio profesional. Me gustaría volver a encontrarme con aquellos médicos de primaria y especializada para decirles que, a pesar de que han pasado 31 años, no sólo no he perdido la ilusión y motivación en mi trabajo sino que me apasiona cada día más.
El debate está servido.
NOTA : Ya que Fran ha mencionado el Síndrome de Burnout http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/701a750/ntp_704.pdf dejo este enlace aquí por si alguien quiere documentarse
4 comentarios:
Esto es pan de cada día en cualquier trabajo, pero...
Como estuve mucho tiempo, en UVI en la 2ª S.O., aprendí muy rápido, a quien decirle solo un "hola".
Lo que más me impactó, fue un celador, al estar vistiéndome, me dio un espasmo en una pierna, y me soltó: "O te relajas, o te troncho". Quizás lo dijo en broma, pero...
Antes de mi alta, dejó el HNP, pues decía estaba "muy quemado".
Fuera ya de Toledo, he visto barbaridades, en mi mismo, y en otros pacientes, en salas de urgencias. Siempre con ese achaque, están quemados...
Un poco de "mimetismo" con el paciente, por favor.
Un saludo
Terreno resbaladizo el que pisas. Hace falta valor y entereza para dejar caer una crítica sobre la actuación de compañeros de trabajo. Afortunadamente sigue habiendo gente que mantiene la ilusión, contra viento y marea, a través de los años.
Es difícil no caer en la tentación de culpar al sistema del desencanto personal y no dejarse llevar por la corriente. Esa actitud suele llevar a enemistarse con mucha gente. Pero hay que ser fiel a nuestros principios aunque esto nos proporcione innumerables disgustos. También proporciona bastantes satisfacciones.
Y lo malo es que no hace falta que critiques a nadie para que se vuelva tu enemigo, basta con que tu comportamiento honrado deje en evidencia a los que no lo son.
Un abrazo para los valientes.
Gracias, Fran. He dejado en el Post un enlace al Síndrome de Bournout por si a alguien le interesa profundizar en el mismo.
Creo que ese comentario no se debe de emitir ni en broma. Son muchas las quejas que oigo a diario. Una de ellas fue la de la madre de un l. m. en el hosppital de origen a la que el doctor le dijo que no volviera por allí hasta que no dejase de llorar. Eso sucedía en un servicio de Urgencias en la fase de Shock de la lesión Medular.
Cada paciente que vemos debería de ser como el primero y ponernos en el lugar de ese padre, madre o pareja, lo que tiene que ser recibir una noticia de ese impacto ¡tremendo!. No dejo de olvidarlo aunque lleve 26 años trabajando con los lesionados medulares y sus familias.
No lo puedo evitar, Felipe. Me crea mucha impotencia esas actitudes. El profesional fijo debería de estar agradecido por tener un puesto en la Sanidad Pública. Yo no quiero ir de buena de la película pero a mí no me motivan los de arriba sino la responsabilidad que tengo que es mucha. Es cuestión de principios y de ética.
Por fortuna hay más profesionales estupendos que garbanzos negros aunque éstos, como decía un paciente la pasada semana, desmerecen el cocido.
Gracias.
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