Esta semana editaré alguna Entrada más relacionada con motivo del Día Internacional de la Felicidad y acercaré algunos temas poco tratados como es el de la felicidad en la infancia y cómo los padres son uno de los pilares fundamentales para que sus hijos piensen en positivo y desarrollen el sentido del humor
Algunos chicos a pesar de su prematura edad, han perdido lo más bello que tiene la niñez y la juventud: la alegría. Tal vez las condiciones del ambiente han ayudado a que esto suceda, pero hay que prender las alarmas ante el aburrimiento y las caras largas de algunos de ellos, a pesar de tener todo para ser feliz.
La felicidad es un aprendizaje como cualquier otro. Puesto que en gran medida, la felicidad depende de la propia actitud y voluntad para alcanzarla y no como se suele pensar que la felicidad está sujeta a factores externos. De ahí el llamado a educar a los hijos en ambientes positivos y alegres, teniendo en cuenta que son como esponjas que absorben el clima emocional que les rodea.
La familia como escuela de la felicidad
La familia es el espacio por excelencia donde se cultivan los valores y se forja la personalidad, siendo determinante para el desarrollo humano. Es en este contexto donde las personas aprenden cómo es la vida y con ello las actitudes ante ésta, siendo el optimismo el mejor camino.
“Los chicos absorben como esponjas el clima emocional que pueda expresarse en el hogar. Si les mostramos con el ejemplo que alimentamos las emociones positivas, a medida que se vayan desarrollando, crecerán fortaleciéndose y dejando de ser propensos a experimentar emociones negativas, y serán ellos generadores de climas emocionales positivos y optimistas”. Asegura en sus columnas María Laura Cortés, psicóloga y coach argentina.
Los expertos dicen que la enseñanza de la alegría parte de los valores como el perdón, la solidaridad, la confianza, la construcción de relaciones empáticas y el amor. Igualmente resaltan la importancia de transmitirles a los hijos el valor de los sueños y la capacidad de sacar provecho de las situaciones difíciles.
Estrategias para educar en positivo
Las siguientes son recomendaciones a tener en cuenta en la educación de los hijos, siendo una labor constante y permanente para logre tener la incidencia necesaria en el proceso educativo:
- Enseñarles a los hijos a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, de las situaciones sencillas pero enriquecedoras, de los regalos que nos da la naturaleza… Hay que volcar la mirada hacia el tablero blanco sin detenerse en el minúsculo punto negro.
- Invitar a los hijos a que valoren la vida con sus días de color y sus días grises, poniendo una actitud positiva y sacando provecho de las situaciones difíciles.
- Enfatizar en realizar adecuadamente los procesos, más allá de los resultados obtenidos. Hacerle mayor énfasis al esfuerzo y la perseverancia.
- La gratitud es una de las vías que conducen a la felicidad. Es importante enseñarles a los hijos a agradecer todo lo que reciben y que por momentos se les hacen invisibles: los alimentos, la familia, los amigos, la posibilidad de estudiar, de compartir con otros, de aprender, de respirar… Para fomentar este valor, se aconseja que los hijos observen las experiencias de personas con menores posibilidades que las suyas y aún así son alegres con la vida que tienen.
- La autoestima es otro elemento determinante para ser feliz. Educar a los hijos bajo el amor, la autoridad asertiva, la seguridad en ellos mismos y la auto aceptación, serán primordiales en esta misión.
- Brindarles las herramientas para que sepan afrontar sus propios retos, dejando que sean ellos los que resuelvan a la medida de sus posibilidades; cada edad tiene sus desafíos. Del mismo modo hay que dejar que se equivoquen y que desarrollen la capacidad para tolerar sus frustraciones.
- Proveer un ambiente alegre, optimista, en el que diariamente haya espacio para el juego, las risas y el humor; es tan beneficio para los adultos como para los chicos.
- El sentirse amado es otra de las fuentes de la felicidad. Los padres deben expresar el amor a sus hijos a través de gestos cariñosos como abrazos, besos, caricias… tanto a las hijas como a los hijos varones.
Está claro que para lograr que los hijos sean alegres y optimistas, los padres deben poner toda su voluntad para lograrlo, y cuanto más temprano comience esta labor mucho mejor. Igualmente no se debe bajar la guardia a medida que los hijos crecen; la adolescencia a pesar de ser una etapa con altibajos, es cuando los hijos más necesitan de un ambiente positivo, comprensivo y alegre.
- El Espíritu Positivo es una mezcla de serenidad interior, optimismo, caras amables y buen humor. Cultive estas cuatro plantas.
- Tenga ojos para lo positivo, no se detenga en lo negativo únicamente. Elimine el pesimismo y el derrotismo, considerando los aspectos positivos de la realidad.
- No permita que la conducta sea resultado de su estado de ánimo: cuando no se sienta bien, sonría; cuando las cosas salgan mal, ríase.
- Estar siempre alegre es el mejor regalo que puede hacerle a los demás: sonría y mire con cariño.
- El lenguaje anima o desanima. Por eso no hable cosas negativas –críticas, quejas, lamentos-, ni siquiera con el fin de motivar a otros.
- Haga de la confianza una clave de su vida. El Espíritu Positivo es el resultado de confiar en uno mismo, en los demás y en Dios.
- Vea las realidades presentes con “ojos de futuro”; así tendrá serenidad. Ahora se ríe de las “tragedias de niño”; después se reirá de las “tragedias de ahora”.
- No se tome demasiado en serio a sí mismo. No considere los defectos de los demás como ofensas personales. No haga tragedias de cosas sin importancia. Así vivirá alegre.
- Prefiera entre sus amistades a personas alegres y serenas. Destierre a los “aguafiestas”.
- Tenga los pies en la tierra y el corazón en un sueño. El entusiasmo es el estado de ánimo resultante de poseer una visión esperanzada de la vida. Por eso impóngase retos
2 comentarios:
Sin duda debemos de poner esto en practica esto.Creo que la razón principal por la que los niños no aprenden la felicidad, es porque los padres no pasan tiempo con ellos.
El abrazarlos, en besarlos en escucharlos y pasar tiempo con ellos son esenciales para su crecimiento.
Por otra parte muchos padres se la pasan regañando a sus hijos, o les gritan y cuando los niños crecen pues resulta que son así.
Muchos padres que tienen la necesidad de criar a sus hijos solos, creo que se empeñan en sufragar las necesidades físicas y materiales pero poco se afanan en la cuestión emocional, cosa que es, desde mi punto de vista muy importante.
Hoy no tengo hijos, pero pondré algunos puntos en práctica con mis sobrinos para que siempre sean felices.
Adry
Gracias, Adry, por tus paortacones a esta Entrada, tus aportaciones y reflexiones son siempre interesantes
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