Cuando el año pasado me comunicaron el fallecimiento de un paciente justo el día de el Solsticio de Verano, pensé que había elegido, incluso, el día en el que quería morir y descansar para siempre. "S" nunca afrontó su lesión y el cambio tan drástico que experimentó su vida tras la misma, cuenta su mujer que se fue apagando poco a poco y que el día señalado, se fue sin hacer ruido, quedó dormido para siempre como si de un profundo sueño se tratara. De ser una persona activa y amante de la naturaleza y los espacios libres se vio atrapado en un cuerpo inerte.
Hace unos días, fallece otro paciente, unos días antes de la estación estival. A "A" tampoco le fue posible afrontar el cambio. Atrapado en su cuerpo sin poder dar rienda suelta a esa mano que escribía, se fue consumiendo.
En ambos casos, la familia hizo todo lo que estaba al alcance para que ellos pudieran asumir el cambio. Sabemos que la familia juega un papel fundamental en el afrontamiento de la lesión pero también sabemos que si "ellos" , los lesionados directos, no quieren y no dotan sus vidas de sentido, es difícil poder sacarlos del marasmo en el que se instalan.
Se que hay muchos otros anónimos que no han podido afrontar sus lesiones y lo que de ellas deriva, especialmente la incontinencia. Quiero darles voz desde esta ventana para que tengan su espacio. Soy consciente de que siempre habrá un porcentaje de personas que no serán capaz de "armar el puzzle" y recomponerse tras la lesión y tomar las riendas de su vida.
http://afrontandolesionmedular.blogspot.com/2013/05/renacer-de-las-cenizas-y-armar-el-puzzle.html
https://afrontandolesionmedular.blogspot.com/2017/02/caerse-para-volverse-levantar.html
4 comentarios:
Jo qué duro!!!, pero que reales son esos testimonios de quien llega a esa situación.
Quizás la suma de muchas dificultades...
Hablas de la incontinencia como una de ellas y también esas que te obligan a planificar tu vida de otra forma o privarte de algunas cosas que antes estaban en tu agenda diaria...
Quien más, quien menos, hemos atravesado momentos de "bajón".
Apoyarse en la familia, en los amigos "verdaderos" y sobretodo en esos mínimos y lentos avances que vas consiguiendo, ayudan a seguir peleando.
Cuando ves a alguien que se encuentra en situación difícil y ves como sigue luchando, incluso con su mejor sonrisa, te hace ver la vida de otra forma.
"No te rindas, a veces la última llave es la que abre la puerta"
Un abrazo lleno de ánimo.
Javier.
Nos enteramos de algunos. ¡Quién sabe cuántos más habrá en esa situación!Sufren los lesionados y no menos sus familiares que se esfuerzan cada día en facilitarles la vida.
Imagino que también habrá familias a las que les resulta muy difícil cada día tirar.El otro día ya me lo decía la mujer de un paciente : "Ya han pasado ocho años y esto es muy duro, un día y otro día".Depende la edad, los recursos económicos y el poder permitirse pequeños respiros.
Gracias, Javier.
Veo que mientras tú estés detrás de esta ventana y comentando, no la puedo cerrar. Se que hay mucha más gente que se asoma aunque no conteste. Gracias a todos por vuestra paciencia y seguimiento.
El problema de la incontinencia es muy duro y más sumado a todo lo demás. Mi marido es especialmente sensible con eso y cuando hay un “fallo” pasa varios días tocado, no lo puede evitar.
Creo que es la secuela que peor se lleva y asume. Gracias.
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