Hoy inicio esta serie de entradas dedicadas a las experiencias vividas por la pandemia.
Comienzo con este testimonio en primera persona de Nuria Martín Conejero que lo presentó al VIII Certamen de relatos.
Se trata de su experiencia al contraer el virus que la obligó a ingresar en UCI.
Allí estabas con tus ojos tranquilizadores y tu sonrisa preciosa.
-¡Felicidades!,¡Es tu cumpleaños! Haber despertado hoy, es el mejor regalo que me puedes dar!-Me dijiste con una alegría inmensa.
Fuiste explicándome todo lo que había sucedido, tenía muchísimas lagunas, mucha confusión, y cuando te llamaba por otro nombre te reías y yo me enfadaba, no podía hacerte eso te decía, pero al final me hacías reír.
Mientras me dabas de comer, hablábamos de nuestras cosas, de nuestro día a día, de nuestra gente y me distraías de todo
Llegó la noche y me dijiste que tenías que marcharte, tu cara se puso triste por primera vez, te dije que estaría bien.
El día siguiente a tu lado pasó con más sonrisas aun, pero llegó el momento de salir de entre esos cristales para subir a la 5ª planta, era una buena noticia, pero llorábamos, nos separaban.
El celador que nos acompañó nos miraba extrañado, y preguntó:-Perdonad, ¿desde cuándo os conocéis?
A lo que Ángela contestó llena de lágrimas en los ojos: Yo a ella desde hace 7 días, ella a mi desde hace menos de 48 horas, ella es mi bella durmiente más especial.
1 comentario:
¡Precioso relato Nuria!
Ya me gustó y mucho, al leerlo por primera vez en tu presentación al certamen.
Vocación, dedicación, humanidad y emociones se desprenden de esa difícil experiencia.
Un saludo y siempre ánimo.
Javier Lázaro.
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