No crean que es el título de una película sino el nombre que con tanto ingenio y sabiduría han bautizado los pacientes al Médico Responsable de la Unidad Sexual del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.
Una cosa es el significado de la palabra "amor" y otra el de "hacer el amor". Supongo que es, de esta segunda acepción, de donde parten los pacientes para nombrar a quien se encarga de un aspecto tan importante com es el de restaurar, del mejor modo posible, la función sexual de los lesionados medulares.
La expresión "hacer el amor" a veces se confunde con "hacer sexo" y, paradójicamente, hay quien puede hacer el amor sin sexo y quien puede hacer sexo sin amor.
El pasado Jueves, sin ir más lejos, la mujer de un paciente comentaba, al inicio de un Programa de Rehabilitación Psicosexual, que a ella ahora no le preocupaba no poder "hacer sexo" porque tenía otras prioridades. Esto abrió el debate para analizar qué hay en el trasfondo de estas expresiones y ver hasta dónde están muy genitalizadas pues parece que la interrupción de la actividad sexual esté ligada al déficit sensitivo y/o motor como si la sexualidad y la afectividad dependieran de la competencia de la función genital.
Adaptarse al cambio no es fácil, como dije en otra entrada, dado el carácter de esta sociedad tan coitocéntrica.
Tarea es de los profesionales que nos dedicamos a promover una aceptable calidad de vida sexual del lesionado medular que sepamos favorecer en ellos la búsqueda de alternativas, una puesta en marcha de recursos, explotar un potencial desconocido por medio de la fantasía, el juego y la imaginación y AMOR, MUCHO AMOR.
3 comentarios:
Siempre es controvertido para muchos hablar de amor y sexo. Algunos funden las palabras y hablan de ellas como sinónimos. Otros las alejan del significado de tal forma que se unen a otras palabras como violencia o prostitución o necesidad fisiológica.
Pues ahora es peor si se suma la frase "lesión medular".
Mucho cariño, comprensión y contención se necesita para que las tres juntitas paseen airosas por la vida de las personas.
Ahora hablando concretamente de la unidad sexual del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, mi experiencia fue muy grata.
Las veces que recurrí a ellos siempre me sentí contemplado y contenido.
Y no comento nada más porque me diste pie para el próximo post en mi blog. Muchas gracias.
La tendencia del "ignorante" es pensar que la sexualidad está hecha para los válidos y es fácil caer en el reduccionismo de que las personas con diversidad funcional, son sujetos asexuados.
Además, hay mucho "morbo" detrás de cómo se las "apañará" alguien en silla de ruedas.
Me alegra que te hayas sentido contemplado en la Unidad Sexual. Creo que después de pasar por un trauma de eaa magnitud, el buen trato y el saber escuchar y "contener" es un requisito indispensable.
En el terreno más íntimo, es necesario sentirse deseado, estimado y querido más allá de las diferencias, es decir, con lesión o sin lesión.
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