Me apoyo para esta nueva entrada en el título del libro publicado por Irene Villa en el año 2004 "Saber que se puede". Ella también fue víctima de un atentado terrorista, hecho al que hacía referencia en la anterior entrada. Comparto con ella que es posible superar pérdidas relevantes, yo añado "si se quiere", es decir, si se tiene una predisposición al cambio, una buena actitud y condiciones favorables como son un buen "locus de control" interno, unos buenos soportes sociofamiliares y una economía saneada, entre otras.
Se sabe que el afrontamiento no es directamente proporcional a la pérdida de modo que podemos encontrar que personas que con secuelas menores tras la lesión, se adaptan peor que otras cuya dependencia sea mayor. Esta situación suele ser mal aceptada por los familiares de otros pacientes que, en ocasiones, ven "quejarse" a quien mejor está.
En la Terapia Familiar me gusta señalar este aspecto para que entiendan que no se deben de hacer comparaciones y que "a cada uno le duele lo suyo".
Hay una expresión de todos conocida "querer es poder" que en parte es una afirmación cierta.
Ya hemos dicho que la voluntad y disposición al cambio juegan un papel relevante en el afrontamiento.
Algunos pacientes nos sorprenden con la voluntad y el esfuerzo que despliegan para superar el trauma.
Gente con poco han conseguido mucho y gente con un abanico de posibilidades, no fueron capaces de aprovecharlas.
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