Cuento nº 12 "El Peregrino"
Sentado en la escalinata de la Catedral, El Peregrino acompañado de su amigo inseparable, recreaba en su mente el camino a Santiago de Compostela, habían sido días llenos de anécdotas y experiencias.
Había sentido deslizarse la lluvia por su rostro y, a continuación, el calor de los rayos del sol, acompañados de una brisa fresca, propia de los días otoñales y, a su vez, había percibido el olor que la tierra húmeda desprendía en los días lluviosos.
Con satisfacción, también dejaba deslizarse por su mente, los pasajes duros y difíciles que había encontrado.
Efectivamente, pensaba que no había sido nada fácil y que se había sentido invadido por el miedo y asaltado por la ansiedad, quizás esa era la clave, su propia fragilidad interior se había convertido en su principal enemigo, la lucha se había librado dentro de sí mismo.
Por qué no reconocerlo, hubiese resultado más cómodo permanecer en su apartamento, que le resultaba familiar en todos sus rincones, visitar los lugares habituales, a los que a diario acudía, para encontrarse con las mismas personas.
Sin embargo, acariciando la cabeza del perro labrador, convertido en su amigo inseparable, sentía la profunda satisfacción de haber superado el miedo a lo desconocido.
Ignacio Pérez de Vargas Estepona (Málaga), 25 de Octubre 2019
1 comentario:
Yo voto por este cuento porque me encantó 🤗🤗
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