Cuento nº 3 "La tía Catalina"
Esa asociación del dolor con la indefensión es la mayor demostración de ternura que había visto en mi vida.
Hoy, en el Hospital de Parapléjicos de Toledo, me he acordado de mi tía Catalina, ya fallecida hace muchos años, al ver la ternura con la que gran parte del personal de este hospital, la mayoría, trata a estos nuevos niños, de cualquier edad, recién venidos a una nueva vida, que necesitan, ante su actual situación, todo el cariño, ayuda y comprensión posible.
A los que no sean capaces de sentir esa ternura no podré comprenderles, aunque sí compadecerles, pues la vida debe haberles tratado muy mal y han sufrido una gran pérdida. Tal vez irreparable.
Felipe Vila Málaga, 30 de Septiembre 2019
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