jueves, 26 de diciembre de 2019

Testimonio en primera persona : "Movilidad del cuerpo y esencia de la persona"


Ignacio Pérez de Vargas, expaciente y seguidor del blog, nos regaló este Testimonio de su paso por el Hospital que compartió en la Revista Infomédula.
https://issuu.com/infomedula/docs/infom_dula_46

Yo he querido colgarlo también en el blog para el que no acceda a la revista y sea seguidor nuestro.

Ignacio Pérez de Vargas


1.- Hospitalización.- He permanecido ingresado en el HNP durante nueve meses, desde el día 28 de agosto de 2018 hasta el día 30 de mayo de 2019, como consecuencia de una lesión medular grave, causada en un accidente doméstico.

Se trata de la primera hospitalización a lo largo de mi vida, nunca podría haber imaginado que la estancia en un hospital, podría convertirse en una experiencia vital extraordinaria, en sentido positivo, desde un punto de vista humano.

Esta valoración positiva obedece, de una parte, al tratamiento prestado por el personal sanitario ( médicos, enfermeras, auxiliares y celadores de la planta C 3, y a su vez, Fisios y Terapeutas de los distintos departamentos ), con alta dosis de generosidad, manifestada en el cariño puesto en la realización de sus funciones, y de otra parte, a la solidaridad entre los compañeros hospitalizados como consecuencia de lesiones medulares de distinta entidad, manifestada de forma continua, viviendo los avances individuales de cada uno de nosotros, como si fueran de todo el colectivo.

2.- Trascendencia de la movilidad de nuestro cuerpo.-No hay duda que la lesión medular produce una transformación de nuestro cuerpo, afectando fundamentalmente nuestra movilidad, en mayor o en menor medida, en función de la gravedad de la lesión y de otros factores. La cuestión que deberíamos plantearnos es si esa transformación, que lleva consigo la modificación de nuestra movilidad, afecta o no a la esencia de nuestro propio yo, es decir, si produce una alteración cualitativa de nuestra entidad individual, si dejamos de ser la persona que éramos y pasamos a ser una persona diferente, como consecuencia de la lesión medular.

La contestación a esta pregunta es clave, para definir nuestra actitud ante las consecuencias de la lesión medular. No dudamos de la importancia que tiene la movilidad de nuestro cuerpo, en el desarrollo del día de nuestra vida, por ello, la reflexión es trascendente, y aunque, en apariencia, pudiera parecer que una modificación de nuestra movilidad pudiera resultar esencial para nuestra entidad, como persona, en mi opinión, resultando la movilidad un extremo importante en nuestra vida, mantenemos nuestra esencia como persona, es decir, seguimos siendo la misma persona, con nuestras cualidades intelectuales y emocionales intactas, que en definitiva son las que definen nuestra identidad como personas.

Debemos resaltar la importancia de este extremo, en este sentido, podemos ver compañeros que llevan años afectados por la modificación de la movilidad de su cuerpo, que nos visitan para hacer sus revisiones periódicas, mostrando títulos universitarios conseguidos, libros escritos, etc.…, en definitiva, evidenciando que sus cualidades intelectuales han permanecido intactas, incluso han sido desarrolladas, sin ningún tipo de limitación, como consecuencia de la lesión medular.

De otra parte, nuestras cualidades emocionales han mejorado, resultando más intensas nuestras relaciones afectivas con otras personas, como familiares, amigos y compañeros, y a su vez, somos más sensibles ante el afecto , que recibimos desde el exterior.

En conclusión, si hacemos un análisis detenido de nuestro perfil humano, podremos concluir que la esencia de nuestra persona, no ha sido afectada por la lesión medular, ya que mantenemos intactas nuestras cualidades intelectuales y hemos mejorado nuestras cualidades emocionales, en definitiva, seguimos manteniendo nuestra capacidad de entendimiento, comprensión y comunicación con las personas que nos rodean, y a su vez, hemos mejorado nuestra capacidad para vivir de forma plena, disfrutando de nuestras relaciones afectivas con los demás, saboreando los momentos de alegría que con seguridad tendremos al igual que el resto de las personas que nos rodean, y como no, gozando de los placeres que la vida nos ofrece en las mismas condiciones que el resto de los mortales, y por supuesto, como no podría ser de otra forma, también mantenemos intactas nuestra capacidad emocional, para sentir la ausencia de afecto, para llorar en los momentos de tristeza y para sufrir ante el dolor.

La esencia de la vida es así, amor y odio, alegría y tristeza, placer y dolor, luz y oscuridad, hasta llegar al final del camino.

Estoy escribiendo estas líneas, en un punto geográfico, cerca del estrecho de Gibraltar, desde el que puedo ver los picos de la cordillera del Norte de África, continente que alberga 1260 millones de habitantes, la mayoría sobrevive, dedicando toda su fuerza a localizar la comida del día a día, hasta el extremo que muchos de ellos arriesgan sus propias vidas, atravesando territorios hostiles y el mar Mediterráneo, en barcas de goma, con escasas posibilidades de llegar con vida a nuestras costas.

El párrafo anterior, tiene sentido, en el actual contexto, para el supuesto que alguien piense que no ha sido afortunado.

Debemos recordar que vivimos en un mundo, lleno de circunstancias aleatorias, en el tiempo y en el espacio, que condicionan nuestras vidas, sin control alguno por nuestra parte, por ello, la conclusión no puede ser otra que disfrutar la vida de forma intensa, por ser un privilegio que nos ha sido concedido, en un momento histórico único y en un país, con servicios públicos, como la sanidad, de mi primer orden.

3.- Funciones del HNP.- Cuando fui ingresado en el Hospital, solo pensaba en la rehabilitación física, dirigida a recuperar la movilidad de mi cuerpo, sin embargo, pronto pude comprobar que siendo ese tema importante, existían dos factores que los pacientes deberíamos entender, de una parte, con la finalidad de asimilar la lesión medular, y de otra, prepararnos para volver a la sociedad, con la normalidad propia, derivada de ser una persona con facultades intelectuales y emocionales intactas, sin olvidar la modificación de la movilidad de nuestro cuerpo.

En conclusión, en mi opinión, y desde mi punto de vista, como persona afectada por una lesión medular y que ha permanecido durante nueve meses, ingresado en el HNP, debo reconocer que siendo importante la rehabilitación física, llevada cabo por un equipo cualificado a nivel profesional, no lo son menos las otras funciones, dirigidas a que asimilemos la lesión medular como tal y sus consecuencias, y a su vez, nos preparemos para volver a integrarnos en la sociedad a la que pertenecemos.

La generosidad en el tratamiento a los pacientes, con la que han actuado los equipos sanitarios de los distintos departamentos del HNP, es la columna vertebral, sobre la que está construido el proceso integral de rehabilitación, entiendo que es un reconocimiento justo y necesario a los citados equipos, que deben de servir como ejemplo, en la prestación de servicios públicos sanitarios.

En conclusión, el tratamiento recibido durante mi estancia en el HNP, por parte del equipo sanitario, y a su vez, el sentimiento solidario de compañeros y compañeras con lesiones medulares, de distinta entidad, me ha permitido valorar mi estancia de nueve meses en el HNP, de forma positiva, como experiencia vital extraordinaria, habiendo crecido y mejorado como persona, en el aspecto humano.

Estepona, a 30 de junio de 2019
Ignacio Pérez de Vargas

Muchas gracias, Ignacio, por compartir tu experiencia.

Me comenta Ignacio que ha compartido la entrada con un amplio grupo de amigos y estos son algunos de los comentarios que ha recibido aunque no los han volcado en el blog. Aprovecho para compartirlos con los seguidores.

Ignacio :  has sido y eres un ejemplo de lucha y superación para todo el mundo, pero sobre todo para los más jóvenes que a veces nos olvidamos de la esencia de lo que muy bien explicas en el artículo.

-   Hemos aprendido contigo, luchado contigo, nos hemos preocupado contigo y nos hemos alegrado. Compartir la vida contigo y participar contigo en ella nos ha hecho crecer.

-  Me alegro muchísimo de tu reacción a la nueva vida que disfrutas hoy día después del accidente. Estoy convencido que compartir tu experiencia y tu sentir, ayudará muchísimo a personas que estén pasando hoy día por este duro trance o cualquier otro parecido .

-  Has dado muestras de cómo un ser humano, que hasta aquél fatídico día había vivido sin el sufrimiento de verse impedido en su movilidad, se convierte en peregrino de sí mismo y es capaz de encontrar la fortaleza interior para superar esa desgracia y, además, con una permanente sonrisa en los labios.

-  Creo que el artículo  resume bastante bien tu experiencia durante esa hospitalización y que será útil y esperanzadora para otros afectados en ese Centro, así como de reconocimiento al personal que les atiende. También he echado un vistazo a la Revista, que es completísima, y demuestra que en ese sitio no están parados, sino que trabajan en todos los sentidos. Admirable.

2 comentarios:

Javier dijo...

Ignacio, coincido plenamente en tu testimonio, por cierto muy bien redactado. La generosidad y humanidad del personal de este Hospital es digna de destacar.
Yo me quedo con eso y con la conveniencia positiva de asimilar y asumir las nuevas dificultades a las que nos enfrentamos.
Un saludo.
Javier Lázaro (Valladolid)

Afrontando la lesión medular dijo...

Gracias, Javier. Espero que no perdamos esos valores y que los profesionales sigamos dando lo mejor de nosotros tanto desde el punto de vista técnico y de cualificación como humano.