Vuelvo en cinco minutos
Nunca pensé que algo tan sencillo pudiera significar tanto. Salió de mi habitación y volví a sumergirme. Retomé las sensaciones de la piscina, con manguitos, flotadores y seguridad que mantuvieran a flote un cuerpo inerte. Los sentidos restantes eran capaces de volar más para compensar.
Antes ni había considerado la posibilidad, pero qué narices era eso de los viajes extra corpóreos. Mindfullness, Deepack Chopra o setas de colores. Me acordaba de la plástica música de Dinarama.
Suspendido y meciéndome, podía oír el suave rumor y oler la sal de este mar concentrado. Abrí los ojos y la vi en la orilla sonriendo y agitando la mano como una niña pequeña. Su sonrisa nívea y pluscuamperfecta no dejaba ver nada más. Voltee y nadé poderoso.
Un beso suyo me despertó al día siguiente. Todo seguía siendo maravilloso, la luz, dos taladros pardos, su mente y la mía.
Anónimo. 14 de octubre 2015
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