Nota : Este Cuento se coló anoche a la bandeja de Spam y me acabo de dar cuenta y lo acabo de recuperar. Es por ello que está colocado el primero a pesar de ser el nº 21.
Cuento nº 21
No me nombres así
Un día
cualquiera, que luego resultó no serlo, fue para ser recordado, una
masa densa, aparentemente trasparente y pegajosa me engulló.
Cuando
me miran, desde todos los puntos de fuga que apuntan las miradas,
se puede leer en la viscosa masa una única y terrorífica palabra
que marca mi conducta y la de quien
me ve.
No soy
la única engullida, su capacidad viral se propaga a través de días
cualquiera, que luego no resultan serlo, afectando
indiscriminadamente a cualquiera, en cualquier momento del ciclo
vital.
Engullidos
vemos y vivimos el tiempo, mientras la masa pasa por diversos cambios
y fases, que se ordenan de maneras múltiple, en nombres y
experiencias en cada caso, modificando su pesadez y poder.
Pese
a sus cambios, la masa densa tiene la extraordinaria capacidad de
mantener la palabra siempre para todos, pero solo ser vista como
masa, por quienes la portamos, resultando para el resto como una
realidad más, liviana, sin forma, abstracta y compartida, que viaja
en su pensamiento, ligera, mientras se reitera, se mantiene y se
aposenta adosada sobre nuestros hombros, en el día a día, a través
de una única y pavorosa palabra, cada vez que la leen, cada vez que
nos nombran así.
Elena Prous Climent 9 de Noviembre 2017
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