Cuento nº 13
"Te diría tantas cosas"
Si tuviera que contemplar cómo luchas por aprender a “caminar” de nuevo: te miraría asombrada y feliz como la primera vez, animándote y celebrando cada intento.
Me gustaría poderte transmitir mi orgullo de madre sin palabras, tan sólo hablaría el brillo de mis ojos y la mano apoyada en tu hombro, esa mano tranquilizadora.
Tu silenciosa certeza de mi apoyo infinito serenaría mi alma y mi dolor.
Aquí estoy si miras atrás, permitiéndote tu espacio y sonriendo, como cuando eras un niño y correteabas torpemente: “Hala, a seguir explorando!”, te decía cuando caías y buscabas mi mirada desde el suelo, comprobando que estaba pendiente de tus pasos y de tus progresos, también disponible por si asomaban las lágrimas. Un beso que no sana pero que recompone era lo que podía ofrecerte.
Ahora tanto ha cambiado; tantísimo y nada. No puedo ofrecerte más que una sonrisa que esconde dolor y orgullo a partes iguales, que viene envuelta de ternura: “A seguir explorando y luchando cada día, cada vez que tropieces encontrarás mi alma y mi mano extendida
para tomar aire y proseguir el camino”.
Marta Martínez Madrid-Toledo, 26 de Noviembre 2018
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